• 20 abril, 2024

A Pleno Sol

A Pleno Sol Problema económico

Por Manuel Hernández Villeta

El principal problema de la sociedad dominicana es el económico. De ahí parten todos los males que nos acogotan. Hay una economía basada en desigualdades, donde impera le ley y el orden del más fuerte, del que todo lo tiene, del que ambiciona más y mas y vive de espaldas a las necesidades sociales.

En el papel vivimos en una democracia, en un sistema del pueblo, con el pueblo y para el pueblo, pero de hecho esa es una frase que peca de huera en muchas ocasiones. Ni siquiera Abraham Lincoln la pudo convertir en una realidad plena. Todos los poderes siempre estan a disposición y son ordenados por el poderoso de turno.

Una frase carcomida podría parecer que el principal problema de la sociedad dominicana es el económico, pero no, a pesar de que es un mal que se arrastra desde hace decenas de años, cobra hoy más realidad que nunca.

La distribución desigual de las riquezas ocasiona hoy día a día, más pobres y mayor cantidad de riquezas amasadas por un grupò. La sociedad toma la ley del embudo, menos ricos, pero más poderosos y más pobres creciendo y multiplicándose sin control.

Debe haber un capital con rostro humano. Es utópico pensar en estos momentos en una estatización de la empresa privada. Donde se llevó a cabo una medida tan drástica, producto de revoluciones sangrientas, se palió la miseria, pero los regímenes sucumbieron.

Un capital de rostro humano, que permita vivir a los desamparados de la fortuna, que haga florecer el pleno empleo, la seguridad social, la educación, la asistencia médica. Son atribuciones del Estado; un gobierno moderno debe estar para mediar en la crisis, pero ser el hilo conductor, y toca al empresario impregnar cambios donde el ser humano sea el principal sostén.

De estos problemas económicos es que parte la delincuencia. La falta de protección social, la escasez de medios para subsistir lleva a una etapa primigenia a delinquir. Detrás del ladronzuelo, de la prostituta, del sicario, está la desgarrante situación social en que vive. Ello no lo debe librar de la condena que su delito amerita, pero hay que estudiar donde se fragua el crimen y crecen sus soldados.

Para que la sociedad dominicana dé el salto al siglo 21 hace falta que se mejoren las condiciones económicas de toda la población. Cada día aumentan los centros comerciales, los grandes supermercados, las tiendas de lujo, los restaurantes, los colegios, las clínicas, pero al mismo tiempo más familias tienen cerrado el camino de la superación en base a su propio esfuerzo.

Hay que dar al capital un rostro humano. La riqueza no debe ser para ofender a la miseria de los demás, sino, además de las ganancias personales, para ayudar a que se desarrollo la sociedad. Siempre es peligroso quitar el pan a un hambreado, y cerrar las puertas a la mínima esperanza.

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