Arzobispo lamenta corruptos puedan llevar escudo nacional
Las declaraciones del arzobispo Freddy Martínez Bretón fueron durante un Te Deum
SANTIAGO. El arzobispo metropolitano de esta ciudad, monseñor Freddy Martínez Bretón, lamentó que en el país cualquiera puede llevar en su pecho un Escudo Nacional “incluso un ladrón, un desfalcador y un corrupto”.
La consideración la externó el prelado al pronunciar la homilía en el Te Deum que encabezó la mañana de este martes en la Catedral Santiago Apóstol el Mayor, al conmemorarse en esta fecha el aniversario 153 de la Restauración de la República.
Ante decenas de personas que asistieron al acto religioso, la mayoría empleados públicos, monseñor Martínez Bretón estimó que el sentimiento hacia la nación no se alimenta principalmente con palabras ni enarbolando los símbolos patrios porque, de acuerdo a su criterio “cualquiera puede levantar una bandera, pero levantar la patria es otra cosa”.
De ahí su consideración de que es bueno valorar los símbolos patrios, pero recomendó que el país sea encumbrado de otra manera, como es valorando a sus ciudadanos y haciendo crecer la patria desde cada hombre o mujer.
“Así entiendo el patriotismo, porque la patria crece con cada hijo que se supera, se fortalece y se hace más digno. Podemos enarbolar los símbolos patrios, pero primero tenemos que hacerlo con el deseo de superación y respeto a la dignidad personal”, sostuvo.
Por eso insistió en que la patria no crece con corruptos ni inescrupulosos “que se hacen ricos de la noche a la mañana, sino con dignidad” y que eso supone conciencia y paz.
Juan Pablo Duarte
Subrayó monseñor Martínez Bretón que la mayor riqueza de un ciudadano es poder ver la llegada del fin del día y dormir tranquilo, porque la conciencia no le reprocha nada “como dormía Juan Pablo Duarte con la conciencia en paz, dando cuenta hasta del último centavo que le tocaba administrar”.
Por eso pidió que, al conmemorarse hoy el aniversario 153 de la restauración de la República se levante el estandarte de la dignidad, del deseo de superación y de la honestidad en la conducta personal.
“Si hubo sangre y sudor en abundancia en esas luchas de la patria, ahora lo que se espera es que seamos consecuentes y que no echemos a rodar el sacrificio realizado”, apuntó la máxima autoridad católica de aquí.
Para monseñor Martínez Bretón, es muy fácil hablar de la patria e incluso dar conferencias, pero otra cosa es el aporte personal “porque cada vez que un joven se esfuerza por lograr la superación aún con todas las dificultades y que un funcionario quiere mostrar al país la honestidad en su conducta, crece la patria”.
“Cuando sucede lo contrario, no importa que levantemos banderas o que llevemos escudos nacionales en el pecho, no crecerá la nación hasta que nos hagamos plenamente conscientes de lo que significa ser parte de este proyecto de patria”, indicó.
