Biutiful, una pelicula de desgarrante realismo y belleza impeclabe

Por Luisa Rebecca

Santiago.  Javier Bardem me impresiona como actor de calidad, por su sentido orgànico de la actuaciòn, su naturalidad y concentraciòn en escena.  A «Biutiful», el más reciente filme del mejicano Alejandro Gonzàlez Iñárritu, fui a verla dos veces.  La crudeza de una historia de vida, de inmigrantes, de penurias de horrible cotidianidad, de crudezas humanas.

Uxbal, el personaje que encarna Javier Bardem, nos presenta a un  hombre sensible y de gran corazòn, pero que sobrevive entre la miseria humana, sacando dinero de la necesidad de los otros, buscando lo suyo y repartiendo tambièn.  Cobrando hasta por los dones de Dios.

Se trata de una puesta en escena de impresionante factura, con mùsica exquisitamente oportuna y fotografìa que se confabula con la calidad de la actuaciòn de Bardem, para no aburrir al expectador que durante más de  dos horas se mantiene con los ojos atentos a la pantalla.

Es la escena justa, en el momento justo, sin excesos…  Mostrando con estètica lo feo, lo pobre, lo miserioso, humana y socialmente; lo triste, lo desagradable, con mesura, sin llegar al morbo, ni al descuido.

Su entrega al personaje, hace que Bardem se luzca nuevamente en este filme, claro, bajo el criterio de un director que sabe lo que quiere y sabe manejar y sacar lo mejor del talento al que apuesta.

«Biutiful» expone una España que nada tiene que ver con los brochures de promociòn turìstica, con  lo tradicional o con  lo lindo y muestra la misma historia que lo mismo en España, como en otras ciudades del mundo, sucede a diario.  Corrupciòn, acuerdos realizados por debajo de la mesa, la realidad de las debilidades humanas y la tristeza de luchar con un entorno comùn y diario que no cambia nunca.

A pesar de algunas reiteraciones, de ciertos còdigos, como el de la condiciòn de «medium», que merecieron sr màs explìcitos en su planteamiento, Bardem lucha con una enfermedad y la va sufriendo y la va sintiendo calladamente, entre èl y el espectador.  Sonriendo, a pesar de las circunstancias y de la realidad, mostrando fortaleza no sòlo como personaje, sino como actor comprometido y entregado.  Yo, particularmente, me atreverìa a sufrirla y disfrutarla una tercera o cuarta vez….