Campesino acusa a otro de tener sexo con puerca preñá
Ricardo Santana
Santiago.-Un campesino se querelló en contra de otro hombre al que acusa de hacer abortar una cerda que tenía preñada al supuestamente tener sexo con el animal.
Cirilo Noesí Gil nativo de la comunidad de los Lirios de la provincia de Santiago, dijo que tenía la puerca amarrada en una rancheta que le construyó debajo de una mata de mango, pero que desde hace seis días estaba notando algo raro en ella.
Indicó que tiene evidencias bien sustentadas de que Damaso Montolío Almonte es el responsable de provocar el aborto a su cerda, la cual estaba preñada de siete marranitos, tres machos y cuatro hembras, aunque éste lo niega.
Sostuvo que hay personas en el lugar que atestiguan que vieron a Montolío Almonte caminando por el arroyo, algo raro en él y que luego lo vieron subir la barranquita y entrar a la rancheta donde se encontraba la puerca.
El pequeño porcicultor dijo al programa en el Mismo Blanco que de 10 a 10.30 PM, se produce de lunes a viernes por Radio Landia 1160 AM, que como la cerda estaba preñada reaccionó violentamente dándole una mordida en una de las manos con las que sujetaba el cuerpo del animal.
También revela que muchas personas de la localidad lo vieron sangrando en la mano izquierda y que cuando le preguntaron que le había pasado, dijo que se había se cortó con un casco de botella rota al caerse mientras buscaba un “pollito de calidad” que le regalaron para que lo preparara como gallo de pelea.
“Eso es mentira porque a ese individuo nunca se le ha conocido aquí como gallero”, comentó.
También explica que la familia lo llevó a un centro de salud privado de Santiago y que el doctor que lo atendió le preguntó que si lo había mordido un perro, a lo que él respondió que sí y que entonces procedió a curarle la herida y le aplicó dos inyecciones, una anti tetánica y otra en contra de la rabia.
Igualmente explica que el médico le recomendó antibióticos y otras tres inyecciones, pero que una señora que trabajó como enfermera en Puerto Plata y quien le aplicó la primera dosis, le confirmó que las inyecciones son anti rabia.
Asimismo comentó que la parte izquierda del abdomen de la cerda estaba ensangrentado, igual que el suelo y una rama de la mata de mango.
Pero también, insiste que a menos de tres metros de salir a la carretera donde mucha gente lo vio herido en una mano, fue encontrado en un bosquecito (matorrales) un pantaloncillo totalmente ensangrentado, con lo que aparentemente se sujetó la herida para no desangrarse.
Sostuvo que un chófer que le dicen Pablo que lo llevó a la clínica junto a su hermana y una tía, le dijo que el médico le habría dicho “que esa mordida es bien peligrosa, porque fue en una parte donde pasan muchas venas que juegan papeles importantes en el comportamiento sanguíneo del organismo y que podría haber muerto por desangramiento y shock hipovolémico por hemorragia interna.
Reveló que tanto las autoridades policiales como judiciales les comunicaron que en caso como ese lo prudente es que las partes se pongan de acuerdo para reparar daños porque la zoofilia no está tipificada como un delito criminal en el Código Procesal Penal vigente en el país.
Indicó que un abogado le manifestó que en ese caso, la mayor condena es la moral para el victimario, por lo que le recomendó que hablara con él y su familia para que le pagaran los marranitos que perdió la cerda y que en caso contrario que lo denunciara en los medios de comunicación.
Sin embargo, se queja porque conversó tanto con Montolío Almonte y partes de su familia, pero que este pese a que hay pruebas suficientes niega que haya tenido relaciones sexuales con el animal, por lo que decidió llevar el caso a los medios de comunicación
“Yo no quería hacerlo pero de la crianza junto a la agricultura es que vivo, tenía cinco cerditos vendidos, tres hembras y dos machos y los otros me quedaría con ellos para el encaste, aparte de que la cerda tuve que venderla a “vaca muerta” a un hombre que no vive en el lugar porque la gente de los Lirios decía que si la mataba tendría que comérmela junto a mi familia porque de esa carne no comían”, se lamentó el agricultor