• 16 abril, 2024

Celuloide por Dentro

El «The Karate Kid» de Harald Zwart da grandes muestras de valores y moral

Por Marcos Sánchez

Atars quedaron los días de Ralph Macchio y el finado Pat Morita como alumno y maestro, respectivamente en aquella sencilla y más que aceptable original «Te Karate Kid» de 1984. Lo que nos dejó impregnado en nuestras memoriasd el señor John G. Avildsen, fue retomado ahora por el neozelandés Harald Zwart, quien sutilmente nos adentra a un remake sin desperdicios y lo llena adecuadamente con su sello personal.

El «The Karate Kid» Zwart nos da grandes muestras de valores morales y moral. El hijo de Will Smith, Jaden está en el camino correcto a convertirse en un gran actor de carácter y se nota la férrea formación a pesar de sus exiguos 12 años. Un factor determinante es la visión y disciplina que tiene el actor Jackie Chan, quien deposita toda su experiencia en favor del proyecto con suma profesionalidad.

Jaden Smith es Dre Parker, un jovencito en la etapa inicial de su adolescencia que tiene su micromundo perfectamente arreglado en la ciudad cuna de un alto porcentaje de música hip-hop y por supuesto, de la industria automotríz norteamericana. De repente, todo cambia cuando Sherry, la madre de Dre (interpretada por Taraji Henson) obtiene un nuevo empleo en China e inexorablemente deben mudarse.

Una vez en el gran país, Dre se debate entre sus frustrados sueños en su tierra y el confrontamiento de una cultura totalmente opuesta a la suya, incluyendo la delicada barrera del idioma. Adaptándose pasao a paso, Dre inicia un interés por su nuevo hogar cuando se enamora por su compañera de clases, Mei Ying (Wenwen Han). Los sentimientos de Dre por Mei Ying son vistos con malos ojos por Cheng (Zhenwei Wang) el clásico «malón»  de la clase, quien intentará darle término al asunto dándole una paliza a Dre gracias a sus conocimientos de Kung Fu.

Salvado por Mr. Han (Jackie Chan) durante la riña, Dre ve al cielo y al mismo tiempo, aprovecha para persuadir a su mesías que le enseñe el arte del Kung Fu. Una vez de acuerdo, Dre deberáganarse el respeto de su oponente en un torneo de Kung Fu.

Amén de sus 140 minutos, estamos satisfechos con esta versión e inclusive sorprendidos ya que somos de los que entendemos que los remakes muchas veces son innecesarios, pero en esta ocasión el director Harald Zwart nos da una cátedra perfecta de aquello de «hacer lo mismo, pero diferente».

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