• 26 abril, 2024

Condenan a 20 años de cárcel a madre e hija por asesinato de dirigente política

Condenan a 20 años de cárcel a madre e hija por asesinato de dirigente políticaMadrid, (ANDINA),- Una mujer fue condenada a 22 años de cárcel en León (noroeste) por asesinar a una dirigente provincial del conservador Partido Popular (PP) a la que acusaba de acosar sexualmente a su hija, quien también fue sentenciada a 20 años, informó este jueves la justicia española.

Montserrat González, de 60 años, ha sido condenada a 22 años de prisión por el «asesinato» de la presidenta de la diputación provincial de León, Isabel Carrasco, el 12 de mayo de 2014, según una nota del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
La Audiencia Provincial de León le impuso una pena de 19 años por el asesinato de Carrasco, a la que se unen otros tres años por tenencia ilícita de armas.
Su hija, Triana Martínez, de 36 años, también ha sido condenada a 20 años de cárcel como cooperadora necesaria en el asesinato y por tenencia ilícita de armas.
La tercera implicada en la muerte de Carrasco, la agente de policía Raquel Gago, amiga de las principales acusadas, ha sido absuelta del delito de asesinato por el tribunal, pero condenada a cinco años de cárcel por encubrimiento y también tenencia ilícita de armas.
La sentencia, que puede ser apelada, cierra por ahora un caso que levantó un gran revuelo en España por la personalidad de la víctima, presidenta provincial del PP en León y cuyo nombre aparecía en investigaciones sobre casos de corrupción.
Según la investigación judicial, el crimen fue premeditado por Montserrat González y su hija, ésta última militante del PP y que había trabajado en la diputación provincial dirigida por la víctima.
El 12 de mayo de 2014, pasadas las cinco de la tarde, Isabel Carrasco caminaba sola por una pasarela peatonal, cuando Montserrat González se acercó a ella, cubierta con un pañuelo y con gafas de sol, y le disparó primero en la espalda y luego la remató con dos tiros en la cabeza.
Posteriormente, su hija escondió el arma en el coche de Gago quien la entregó al día siguiente en comisaría afirmando que no sabía que estaba ahí.
Madre e hija fueron detenidas poco después del asesinato, tras ser seguidas por un policía jubilado que fue testigo de los hechos.
González reconoció que lo había hecho para vengar a su hija, la cual, según ella, había sido acosada laboralmente por la víctima y destituida de la administración provincial «al no querer mantener relaciones sexuales» con ella.

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