• 7 mayo, 2024

Desmantelan banda se dedicaba estafar negocios de Boca Chica y Juan Dolio mediante la modalidad de fullerías.

Juan Dolio.-Investigadores policiales desmantelaron ayer una banda, integrada por un  norteamericano, un taxista, un ex miembro del Ejército Nacional y dos marineros de lancha, quienes se dedicaban a estafar a comerciantes y vendedores de la zona turística de Boca Chica y Juan Dolio, mediante la modalidad de consumir bebidas y comida, usurpando los nombres de empresarios y jefes militares.

Los detenidos hacían cuentas en negocios de hasta 20 mil pesos y en un descuido emprendían la huida abordo de lanchas y en vehículos, dejando a todos a la espera de los supuestos empresarios y jefes militares, de quienes alegadamente eran la avanzada.

La Policía dijo que los arrestados son el norteamericano Jesús Concepción, de 38 años, nacido en el Brown y residente en Nueva York; el taxista Máximo Castillo, de 41; el ex militar Miqueas Moisés Rosario Rodríguez, de 22; y los marineros de lancha Emilio Pinales Pinales, de 20; y Miguel Iván Peguero, de 27.

Los cinco hombres fueron apresados en el interior de la lancha Maralba, en compañía de Alisón Yaryura, de 26;  Amiri Yissel Tejajda, de 22; Paola Albania Toribio Vargas, de 23; Adreina Eiliana Gómez Ovalles, de 18; y de una menor cuya edad se omite por razones legales.

La institución del orden precisó que los detenidos serán sometidos a la justicia por asociación de malhechores, usurpación de funciones, abuso de confianza porte ilegal de armas de fuego y violación al Código del menor.

La Policía explicó que previo al apresamiento de los integrantes de dicha banda, los mismos consumieron bebidas y alimentos en un hotel de Juan Dolio,  luego de hacerse pasar por la avanzada de un alto jefe militar.

Conforme a la investigación, encabezada por la Dirección de Inteligencia Delictiva, el ex militar Rosario Rodríguez, a bordo de la jeepeta Mitsubishi Montero, placa G217020, propiedad de la Rent-Car Meta, junto a los demás, se presentaban a distintos lugares turísticos y avisaban que un alto jefe militar o empresario visitaría la zona en yate y que había elegido ese lugar para celebrar una actividad.

En esa circunstancia se marchaban del lugar dejando deudas por consumos que sobrepasaban los 20,000 pesos.

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