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Wellington Díaz
VENTAJAS DEL 9-5
La serie final de la temporada 2004-2005 se fue al máximo de siete juegos entre los equipos Águilas y Licey.
Las Águilas estaban liderando la serie 3-1 cuando Licey resucitó y ganó dos partidos para obligar a un séptimo juego, que rememoró el gran partido celebrado en la serie final del 2002, otro séptimo juego muy interesante entre Águilas y Licey.
Esto de que la serie se fuera al máximo estaba generando dudas entre lo fanáticos, debido a que se estaba considerando la serie final del beisbol local como un negocio.
De alguna manera u otra, esos rumores, que fueron comentados en varios programas especializados en casos controversiales, influyeron para que la Liga Dominicana de Beisbol (Lidom) decidiera pactar la seria final al mejor de nueve juegos (9-5), como ocurría antes de la expansión.
Esta decisión de cambiar la serie final al mejor de siete juegos y ponerla al mejor de nueve, ha cumplido su cometido, porque entre 2006 y 2010, para decidir al campeón ha sido necesario un mínimo de siete partidos, a excepción del 2009.
Qué significa esto. Significa que sin necesidad de que se generen rumores de negocios se han estado celebrando la misma cantidad de juegos como si una serie de 7-4 se fuera al máximo.
Entre 2006, 2007 y 2008, Licey y Águilas estuvieron enfrentados en finales. En el primero y el segundo de esos años jugaron siete partidos, y el 2008, jugaron ocho juegos.
En el 2009 sólo fueron jugados cinco partidos entre Gigantes y Licey, pero en 2010 la serie acabo anoche, se fue al máximo de nueve juegos entre Gigantes y Leones.
Como podemos observar, la ventaja de celebrar una serie final pactada al mejor de nueve juegos, son dos: Por un lado, elimina rumores de que la serie final sea un negocio entre los equipos, para generar mayores ingresos por taquillas y publicidad; y, por otro, permite la posibilidad de que se celebren una cantidad de partidos suficiente para, precisamente, obtener mayores ingresos sin que se afecte la imagen del deporte.
¡El Sol sale todos los Díaz, teniendo como ventana la ciudad de Santiago!
El autor es periodista y locutor.
