• 19 abril, 2024

DIAZPORTIVAS

FRAUDE DE EDAD, MALA IMAGEN PARA RD

WELLINGTON DIAZ Díaz

En los últimos meses resulta preocupante el interés y la presión de las Grandes Ligas y sus organizaciones en investigar el origen, identidad y, sobre todo, la edad de los jugadores de béisbol nacidos en la República Dominicana, especialmente los que recientemente acuerdan contratos millonarios cuando firma como profesional.

Toda esta pesquisa ha sido motivada por la elevada frecuencia en que a jugadores dominicanos se les descubren fraudes de edad e incluso de identidad.

Por ejemplo, a Miguel Tejada se le descubrió que tiene dos años más y que su apellido no es Tejada sino Tejeda y Vladimir Guerrero admitió que es un año más viejo de lo que dice su biografía.

La firma de estos dos estelares ocurrió hace más de 15 años, pero todavía es una práctica común reducir la edad y cambiar el nombre, una estrategia que involucra a las personas dedicadas a buscar jóvenes talentosos.

Este año, a petición del consulado de Estados Unidos en Santo Domingo, las Grandes Ligas investigó más de 40 casos de prospectos dominicanos, ante sospechas de que pudieron haber mentido sobre su edad cuando firmaron contratos profesionales.

Y a esto se le agrega el caso más sonado, ocurrido cuando la organización de los Nacionales de Washington descubrió que uno de sus prospectos nativos, firmado hace tres años, no se llama Esmailyn González ni tiene 16 años, sino que su nombre es Carlos David Álvarez Lugo y que ya cumplió 23, en noviembre pasado, hace casi un año.

El ex lanzador José Rijo, quien descubrió el talento de Álvarez Lugo y trabajaba para los Nacionales (precisamente este caso provocó su renuncia), declaró que antes de firmarlo, el jugador superó las investigaciones de Grandes Ligas, las autoridades dominicanas y el consulado de Estados Unidos.

En definitiva, para firmar a un pelotero, en la oficina de las Grandes Ligas se deposita el acta de nacimiento para investigarla, pero, según José Báez, un ejecutivo de los Nacionales en el país, los agentes no encontraron irregularidades en la de Álvarez Lugo.

Y como Rijo y Báez se desligaron de estar involucrados en la alteración de los documentos del muchacho. Entonces, ¿quién o quiénes fueron los responsables?.

Lo cierto es que la imagen del país como buen productor de peloteros “va como caña pa’l ingenio”, ya que estos acontecimientos son un estímulo no sólo para realizar extensas investigaciones, sino hasta para los productores de películas.

En el filme “Los calienta bancos” (cuyo titulo original en ingles es “The benchwarmers”) para citar un ejemplo, un jugador que se reduce la edad, soborna a los árbitros y es alcohólico, recorre las bases con una bandera dominicana, dejando entre ver que es de esta patria.

Y es que los casos de fraudes de edad e identidad están llegando al extremo, sin que las autoridades dominicanas ofrezcan apoyo a los jugadores o traten de frenar esta práctica.

Para Tejada y Guerrero salir del fango no fue difícil, pues como el fraude está muy por debajo de su desempeño en el terreno de juego, bastó con hacer algunas correcciones.

Sin embargo, muchos prospectos a quienes les descubren fraudes en sus documentos, ni siquiera han viajado fuera del país, por lo que les sería difícil entrar en el gran negocio.

Para demostrar lo perjudicial que puede ser el que se le descubra un fraude de edad e identidad a un pelotero antes de ser estelar, sólo basta tomar como parámetro el caso del joven lanzador dominicano Danny Almonte, quien en 2001 jugó en la Serie Mundial de Pequeña Ligas con niños dos años menores que él. Este último caso lo trataré en la próxima entrega.

¡El Sol sale todos los Díaz, teniendo como ventana la ciudad de Santiago!

El autor es periodista y locutor. [email protected]

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