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Por Wellington Díaz
Ubaldo Jiménez
Cada año vemos como nuevos jugadores de beisbol en las Grandes Ligas son quienes abarcan los titulares de los diferentes medios de comunicación.
Pero, específicamente a nivel de lanzadores, ya no existe una hegemonía como lo era en los tiempos de Roger Clemen, Pedro Martínez, Greg Maddux, entre otros ganadores de Cy Young.
Todos los años esos pichers salían al montículo e independientemente de su actuación mantenían un estatus elevado.
En estos momentos hay una buena cosecha de lanzadores jóvenes.
Tal es el caso de Ubaldo Jiménez, quien no sólo se conformó con lanzar un juego sin hit el sábado 17 de este mes, sino que cuatro días después, como los grandes, lanzó más de siete entradas sin permitir anotaciones.
Hoy Jiménez con 4 victorias sin derrotas se perfila como un candidato a ganar el premio Cy Young, aun cuando la temporada está en su comienzo.
Hace pocos años, lanzadores como Francisco Liriano, Jhonny Cueto, Edisson Volquez, Fausto Carmona, se perfilaban como grandes lanzadores, pero entre lesiones y malos partidos se han quedado en el camino.
Esta situación confirma la aseveración de que ahora los lanzadores no mantienen una hegemonía por un periodo largo. O al menos unos cuatro años.
Para citar un ejemplo de hegemonía y dominio de un picher tomemos a otro dominicano, Pedro Martínez, quien fue el mejor lanzadores de las Grandes Ligas entre 1977 y 2002, periodo en el cual gano tres Cy Young. Fue un periodo que se puede considerar la era de Pedro.
¿Qué es lo que hace falta para mantener el control?, ¿es que acaso es mejor el rendimiento de los bateadores?, ¿a que se debe que un lanzador gana un premio Cy Young y al año siguiente es un fiasgo, sobre todo, si cambia de equipo y/o consigue un contrato millonario?
Son muchas interrogantes, pero pocas respuestas.
La cuestión es que se evidencia una menor preocupación por el trabajo continuo temporada tras temporada. No sólo en seis meses sino todo el año.
Si vemos a Ubaldo lanzar primores y dominar con facilidad a la oposición, se debe, incluso él mismo lo confirma, al trabajo durante la temporada de beisbol invernal con equipo del Licey.
Ya Ubaldo había tenido un buen año en el 2009 y lleva un 2010 con buena proyección.
Esperamos que sea así por mucho tiempo.
