Dominicana abre campaña en internet para hacer revocar decisión judicial que liberó asesino de padre

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- El jueves de la semana pasada, el juez de la Corte Suprema Estatal de Manhattan, Robert Stolz, decidió que «por razones constitucionales», tenía que liberar al dominicano Justo Santos, quien admite asesinó en defensa propia en 1986 a su compatriota, el comerciante José Martínez, cuando la víctima lo estaba estrangulando en medio de un pleito.

Santos, huyó de la escena a la República Dominicana y desde entonces, nadie tenía rastro de él, ni siquiera los detectives de homicidios del cuartel 34 en el Alto Manhattan, jurisdicción donde ocurrió el asesinato.

Pero Joselyn Martínez, hija de la víctima y una actriz amateur, juró desde pequeña que daría con el paradero del asesino de su padre, hasta que lo ubicó en Miami, en una intensa búsqueda en redes sociales y páginas localizadoras de personas.

Gracias a su esfuerzo, Santos, que de la República Dominicana había huido a España y de allí a La Florida, fue arrestado y extraditado a Nueva York, donde se le acusó formalmente del crimen.

Su abogado, logró convencer al magistrado de que Santos, no podía ser enjuiciado, porque la policía y los fiscales se tardaron mucho tiempo en detenerlo y acusarlo en la corte.

El juez accedió a la moción y lo puso en libertad, después de estar 17 meses en la cárcel.

La joven, que tenía 9 años cuando su papá fue asesinado y comenzó a buscar al asesino a los 13, fue reconocida el año pasado por el entonces comisionado de la policía Raymond Kelly, pero hasta ahora, sus esfuerzos parecen haber sido en vano.

Cuando Santos, salió libre de la corte la semana pasada, ella, ahora con 37 años de edad volvió a prometer que el crimen de su padre no quedaría impune y junto a su madre, advirtió que continuaría la lucha.

Mientras la fiscalía promete revisar la decisión del magistrado y la posibilidad de apelar la decisión, la joven ha abierto una campaña en el internet en busca de respaldo para hacer que el magistrado Stolz, revoque la controversial decisión.

Aunque se declaró muy decepcionada con la postura del juez, Martínez, aseguró que la justicia tendrá que llegar y que no descansará en paz, hasta que eso ocurra.

Después que ella vio a Santos, abrazar a su hijo de 13 años, fuera de la corte, dijo que nunca tuvo esa oportunidad con su padre.

«Tampoco en este momento, puedo tener el abrazo de mi padre», añadió la actriz.

Martínez, abrió un espacio denominado www.change.org a través del cual espera colectar suficientes firmas para hacer que el juez cambie el dictamen.

Las rúbricas, podrían forzar a una apelación en la Corte Suprema del Estado. El juez alega que Santos no puede ser procesado, porque el crimen perimió debido al demasiado tiempo transcurrido.

Santos, quien tenía 16 años en el momento en el que mató a Martínez, tiene ahora 44. «Nadie puede creer en esa decisión, esto fue un asesinato, eso no fue como si alguien se robara unos dulces», dijo la actriz.

Ella dijo que Santos, tiene que estar frente a un jurado, que es lo que la familia de su padre quiere.

La muerte del negociante, quien era dueño de un restaurante en la avenida Dickman en el Alto Manhattan, se originó cuando Santos entró y según versiones de testigos, comenzó a piropear de manera lasciva a la esposa de la víctima y otras mujeres que trabajaban como camareras.

Cuando Martínez, le reclamó se originó una discusión y un forcejeo entre ambos y Santos, sacó el arma con la que mató al comerciante.

Escapó a la República Dominicana, donde fue condenado a 1 año en la cárcel por homicidio no premeditado y mediante un supuesto acuerdo con la viuda y los hijos de Martínez, en el que pagó $50.000 pesos dominicanos como compensación para zanjar el caso.

Regresó a Estados Unidos, se naturalizó ciudadano, consiguió un empleo en una compañía de limpieza en Miami, viviendo en bajo perfil por 27 años, hasta que fue ubicado por la hija de la víctima, arrestado, extraditado y acusado en Nueva York por el asesinato.

El ex fiscal Mark Bederow, dijo que una demora razonable en el procesamiento de un acusado, viola el debido proceso y los derechos constitucionales del sospechoso.

«Creemos que los casos fríos no deben olvidarse ni quedar impunes. Si bien respetamos la decisión de la corte, vamos a revisarla de cerca», dijo la oficina del fiscal del distrito de Manhattan.