• 26 abril, 2024

Dominicana se reencuentra con hermana 34 años después de separarse

Zunilda de la CruzMiguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- Treinta y cuatro años después de separarse, la dominicana Zunilda de la Cruz, se reencontró con su hermana Dalila, después de una intensa búsqueda en las redes sociales y contactando a docenas de personas.

Zunilda, quien viajó desde la República Dominicana a New Jersey, donde vive Dalila, explotó en llanto al ver salir de un taxi a su hermana mayor y varias veces le dijo “te amo”.

Dalila, también lloró en el abrazo de hermandad fortalecido por la fuerza de la sangre.

Zunilda calificó como “un milagro” el haber hallado a su hermana. Ambas son hijas de la señora Eladia de la Cruz, una madre que vino a Nueva York a trabajar para levantar a su familia.

Pero ambas fueron dejadas con sus abuelos en la República Dominicana y la madre se casó con un árabe, con  el que procreó a Dalila.

Zunilda relató que el esposo de su madre, le dijo que iba a enviar a Eladia a Santo Domingo para que estuviera con sus otros hijos, pero no pudo regresar a Estados Unidos por falta de papeles legales y se quedó en la República Dominicana.

Dalila, se quedó en Nueva York con su papá y tenía tres años cuando ocurrió la separación.

“Mi mamá sufrió un trastorno mental al no poder volver a ver a Dalila y todavía cree que mi hermana es la niña de tres años”, cuenta de la Cruz.

Zunilda se dedicó por los 34 años a buscar a su hermana. “Cada vez que veía a alguien que se llama Dalila, la miraba a la cara, porque conservé una foto que mi hermana mandó a mamá, cuando tenía 12 años”.

Explicó que a todos sus conocidos le entregaba una copia de la foto y una carta, por si se encontraban con Dalila.

La buscó en las redes sociales, pero no la encontró.

“Encontré en facebook la imagen de una muchacha que se parecía a ella, le mandé una solicitud de amista y no era ella, pero me dijeron que si quería encontrarla, estaba aquí”, agregó de la Cruz.

El padre de Dalila le había dicho que no tenía ningún familiar porque todos habían “muerto”.

Dalila, no habla una palabra en español y Zunilda tuvo que comunicarse con ella en el reencuentro a través de una reportera de un canal local que recogió las incidencias del dramático y emotivo momento.

“Tienes mucha familia que te queremos mucho. Te he buscado toda la vida, pero no tenía la manera de venir a Nueva York y Dios me dio la oportunidad para venir a buscarte”, le dijo Zunilda a su hermana.

“¡Te amo, te amo!”, le repetía una y otra vez en medio de las lágrimas de alegría y emoción.

“Te pareces a mi mami, eres igualita a mi mami”, también le dijo a Dalila y la hermana encontrada, como paralizada por el impacto del momento sólo atinaba a responder con pocas palabras.

El abrazo, cerró el capítulo de una intensa búsqueda que fue sellada por la fuerza de la sangre y el amor familiar.

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