Editorial
Paremos el negocio de venta de medicament
La denuncia de la directora de Pro-Consumidor, Altagracia Paulino, de que en el país se están vendiendo medicamentos falsificados, principalmente aquellos para tratar el cáncer y otras enfermedades en niños y ancianos, no solo debe mover a preocupación, sino que debe mover a alarma.
Como expresa la iglesia católica, esa afirmación debería poner de pie a todos los que aman la vida para demandar de las autoridades competentes frenar de una vez, y por todas, esta práctica perversa y criminal. No es posible que se pretenda seguir jugando con la salud de miles de personas. Mucho menos que a pesar de la denuncia, el Ministerio de Salud Pública siga de brazos cruzados.
La iglesia refiere que los involucrados en este sucio negocio están jugando con lo más sagrado que tiene un ser humano: Su existencia. Cómo es posible que existan personas capaces de construir fortunas en base al dolor de un ser humano.
A estos farsantes y desalmados hay que aplicarles la ley. Ya es tiempo de poner una parada y aplicar sanciones como se merecen estos farsantes estafadores.