• 18 abril, 2024

EE.UU.y Turquía enfrentados por el genocidio armenio

Madrid- A- El voto en el Congreso norteamericano a favor de definir como «genocidio» la matanza de armenios a manos del ejército turco en 1915, ha colocado al gobierno de Ankara ante la obligación de tomar algún tipo de represalias contra su gran aliado norteamericano.

Turquía se ha negado siempre a reconocer que la muerte de 1,5 millones de ciudadanos armenios en pleno derrumbe del imperio otomano formase parte de un plan sistemático de exterminio, pese al consenso entre los historiadores y la montaña de pruebas documentales que lo avalan.

Ankara llamó ayer a consultas a su embajador en Estados Unidos, y hoy analiza medidas para «expresar su cólera». Las explicaciones de la Administración Obama de que presionó al Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes (con amplia mayoría demócrata) no han sido suficientes. Medios oficiales turcos han señalado que las declaraciones de Hillary Clinton contra el voto en el Comité (resuelto por 23 votos a favor y 22 en contra) «llegaron demasiado tarde».

Tanto el presidente Obama como su secretaria de Estado manifestaron estos días pasados que la iniciativa del Congreso en favor del reconocimiento del «genocidio armenio» traerían consecuencias negativas para los intereses de EE.UU., y para el actual proceso de reconciliación entre Turquía y la república de Armenia. No obstante, diversos analistas han subrayado que tanto Obama como Clinton apoyaban la tesis histórica de que los turcos llevaron a cabo un genocidio contra los armenios, cuando los dos eran sólo senadores.

Cualquier medida punitiva de Turquía sería especialmente dolorosa en un momento en el que Obama necesita el pleno apoyo de su gran aliado en la OTAN para cerrar filas en Irak y en la guerra de Afganistán, y mostrar al mismo tiempo un talante de diálogo con los regímenes islámicos moderados.

Pero un deterioro en la relación bilateral entre Turquía y Estados Unidos puede traer también consecuencias muy negativas a Ankara, que cuenta con el respaldo norteamericano para sus proyectos de incorporación a Occidente.

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