Esposa de Oscar de la Renta confirma murió en su casa de Kent

Llevaba 10 años con cáncer del colón

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- Aunque muchos medios anglófonos y latinos, adelantaron anoche que el icono dominicano de la moda mundial, Oscar de la Renta había muerto en un hospital de Connecticut, su hoy viuda Annette de la Renta, confirmó que expiró en paz y tranquilo en su lujosa casa del suburbio de Kent en el condado Litchfield en ese estado del Noreste norteamericano.

El diseñador, nacido en Santo Domingo y radicado por muchos años en La Romana, donde también tenía dos casas, falleció a los 82 años de edad, víctima de la letal enfermedad que se le diagnosticó hacía 10 años.

En el suburbio de Kent, tuvo entre sus vecinos a reconocidas figuras mundiales como el director de orquesta Arthur Miller, el ex secretario de estado norteamericano Henry Kissinger, la actriz y comediante Patti Lupone, el célebre violinista Isaac Stern, la actriz británica, Lynn Redgrave y al dibujante, guionista, productor, actor y director estadounidense Seth MacFarlane.

La del diseñador, es una de las residencias más modestas, rodeada por suntuosas mansiones, en uno de los sectores más acaudalados del mundo. Allí, celebró hace tres años, su cumpleaños 79.

Se trataba en el Sloan Catherin Cancer Center de la avenida York y la calle 86 en el Este de Manhattan y durante mucho tiempo estuvo recibiendo quimioterapia para reducir los fuertes dolores, típicos de la enfermedad.

Debido al padecimiento, de la Renta, opacó sus apariciones públicas durante los últimos meses y se esforzaba a pesar de ello, en aparecer como un hombre jovial, alegre, comunicativo y de alta sociedad, como siempre lo fue.

Su última creación importante fue el vestido de novia que confeccionó para la abogada de derechos civiles Amel Alamuddin, quien se casó a finales de septiembre con el mundialmente afamado actor George Cloney.

También diseñó un vestuario para Michelle Obama, la Primera Dama de los Estados Unidos, dos entregas que estuvieron entre sus más recientes diseños, semanas antes de morir.

Era uno de los diseñadores de modas, más cotizados del mundo en los últimos 50 años y llegó a confeccionar trajes de parte de las figuras más afamadas de los Estados Unidos, Europa y otros países del mundo, entre ellos, algunos del Medio Oriente.

Reyes, príncipes, monarcas, faquires, primeros ministros y presidentes, lucieron los diseños del dominicano, alrededor del mundo, además de muchas estrellas del espectáculo, el deporte y el Jet Set.

Oscar, que nació en la República Dominicana, siendo hijo de padres españoles, fue a estudiar a España, donde se graduó en artes y comenzó a hacer su nombre de diseñador a partir de la década de los sesentas.

Vistió a uno de los principales símbolos de la moda en esa época, la Primera Dama de Estados Unidos, Jacqueline Kennedy y desde entonces, fue requerido por otras esposas de presidentes norteamericanos.

Era conocido como de los diseñadores más clásicos de la industria de la moda, produciendo creaciones con estampas florales, con alta clase, elegantes, siluetas halagadoras en amplias faldas, vestidos pegados a la cintura y a menudo con tonos suaves.

Abarcó, todas las tendencias y se convirtió en un referente, especialmente para los modistos latinoamericanos a los que inspiró en su extraordinario éxito.

Sobresalió además por ser un filántropo, creando la fundación «Hogar del Niño», a través de la cual ayudaba a cientos de menores tanto en su país como en otras naciones del mundo.

LA POLITICA

También incursionó en la política, entrando a las filas del Partido Demócrata y haciendo frecuentes apariciones al lado del ex presidente Bill Clinton y su esposa Hillary, a la que también le diseñaba la ropa.

Pero se mantuvo muy parco y meticuloso, cuidándose de pronunciamientos de carácter político o partidista, aunque en el 2012, respaldó públicamente a su compatriota, el senador estatal Adriano Espaillat para un escaño en la Cámara de Representantes por el distrito 13 de Nueva York, contienda que perdió frente al reeleccionista Charles Rangel.

Encabezó un evento de recaudación de fondos en el restaurante «La Marina» de la avenida Dickman en el Alto Manhattan en apoyo económico a Espaillat, y esa fue una de sus últimas apariciones activas en eventos de esa naturaleza.