• 24 abril, 2024

Ex pandillero dominicano que asesinó rival en 1993 respalda nueva ley contra armas ilegales en NY

Roberto RodríguezMiguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- Roberto Rodríguez, un ex pandillero dominicano que en 1993 asesinó a balazos un ganguero rival en Yonkers, y fue condenado en 1996, está sumándose a una campaña local para que se apruebe sometida en el Consejo Municipal y que obligará a los arrestados por posesión ilegal de armas a registrarse en un banco de datos como ofensores criminales.

Rodríguez, quien tenía 17 años, es ahora un destacado activista de la organización no lucrativa, «Fortune Society» (Sociedad de la Fortuna), de la que es consejero de jóvenes violentos que han abandonado el camino del crimen para reintegrase a la sociedad.

«Disparé sin pensar que mataría a ese muchacho», relató Rodríguez al recordar el sangriento momento en el que mató al rival pandillero.

Estuvo en la cárcel por 16 años, después que fue condenado por el homicidio. Dijo que el día que asesinó al otro pandillero, terminaron las vidas de los dos: «la de él por la bala que le disparé y la mía en la cárcel», sostiene Rodríguez de 39 años de edad.

Explicó que «los años me están pasando muy rápido.  «Siempre pongo delante que me pasé la mitad de la vida en la cárcel.»

Pero piensa que ahora, las cosas son más difíciles que en los años noventas, cuando se afianzó en el estilo de vida como pandillero, narcotraficante y usando armas de fuego.

«Los valores están empeorando. Los jóvenes no tienen ningún propósito. Eso es muy triste», añadió el ex pandillero dominicano.

Pidió a las autoridades invertir en programas dirigidos a los jóvenes. «Nunca es demasiado tarde, no hay oportunidades en los barrios de los condados.»

Dice que varios jóvenes, familiares suyos, no dejan de expresar su frustración por la falta de empleos y brechas para conseguir trabajos.

«Mis padres me dieron todo lo que necesitaba, pero yo no quería encajarme en la vida hogareña», sostuvo Rodríguez.

Y narra que aunque familiares, amigos y vecinos, lo aconsejaban para que se alejara del bajo mundo, nunca los escuchó.

El 8 de junio de 1993, se metió en una pelea y dijo que debido a la mentalidad que tenía en ese momento, no podía dar marcha atrás y demostrar «cobardía».

Cuando vio que el otro pandillero tenía un arma y tenía la intención de disparar, él, fue a buscar la pistola y cuando regresó, vio que la víctima tenía el arma en una bolsa de papel, por lo que sin pensarlo dos veces, le disparó.

«Mi intención era la de disparar una sola bala para asustarlo», sostiene Rodríguez.

«El tenía la misma edad que yo. Fuimos a la misma escuela secundaria, hoy me arrepiento profundamente de haberlo matado», agrega.

Rodríguez, expuso que «no hay día que no haya sentido dolor, angustia y el sufrimiento que les causé a su familia y la mía».

Salió de la cárcel el 8 de junio del 2009, a los 33 años de edad y se graduó con un título universitario en la cárcel estatal de Fishkill y se integró a una organización que brega con la rehabilitación de los presos en Nueva York.

Allí, los reos entrenan perros que son asignados a veteranos de las guerras de Irak y Afganistán y que sufren diferentes trastornos, como estrés post traumáticos y lesiones cerebrales traumáticas.

Rodríguez, entrenó a perros labradores durante 8 semanas, hasta que cumplieron los 18 meses de edad. Ambos canes, terminaron en manos de una veterana ciega, un veterano lesionado y como olfateadores de explosivos.

Rodríguez, lleva algún tiempo en «Fortune Society». Dijo que «veo a jóvenes de ambos sexos en edades de 18 y 19 años y me veo yo en la década de los noventas».

Terminó diciendo que está poniendo su mejor esfuerzo como consejero de esos jóvenes «y tal vez, sea capaz de evitar que cometan un crimen».

Comentarios