• 19 abril, 2024

¿Existe una cura para la fibromialgia?

La fibromialgia es una enfermedad crónica, de origen desconocido, que afecta a nervios, músculos, tendones y ligamentos de todo el cuerpo o una parte, provocando dolor intenso y agotamiento físico y sicológico a quien la padece.

La OMS incluye esta patología dentro de los trastornos reumáticos que originan dolores musculoesqueléticos. Antes de ser reconocida como una enfermedad, los pacientes que la sufrían debían pasar por el duro trance de no ser comprendidos por sus médicos, de ser acusados de “inventar” sus síntomas y en no pocas ocasiones de ser vagos, debido a la fatiga y al agotamiento crónico que esta “dolencia fantasma” acompaña.

Hasta ahora los tratamientos que se aplican a la fibromialgia son puramente paliativos, fármacos que alivian o reducen el dolor, cambios en la alimentación, en el estilo de vida, prácticas deportivas que suavicen los síntomas, en definitiva, la persona que padece fibromialgia, debe asumir su enfermedad como una dolencia incurable y probar y volver a probar opciones que le ayuden a mejorar su día a día, sin esperanzas de curación.

Pero quizás una luz pueda aparecer en la vida de las personas que la sufre. Se trata de un método quirúrgico desarrollado por el médico Johann Andreas Bauer.

A través de sus estudios sobre la fibromialgia, llega a la conclusión de que el origen de esta patología se encuentra en un exceso de colágeno que recubre los tejidos nerviosos, lo que ocasiona una presión en los mismos y como consecuencia de todo ello aparece el dolor.

El doctor Bauer divide el cuerpo humano en cuatro cuadrantes, dos superiores y dos inferiores, y a través de los puntos de dolor, utilizados por la acupuntura tradicional, va presionando cada uno de ellos comprobando los que se encuentran afectados por la enfermedad. Su técnica se basa en la realización de pequeñas incisiones, en los puntos localizados, para limpiar el exceso de colágeno que se acumula en ellos. La operación se lleva a cabo con anestesia local, y no precisa que el paciente sea ingresado.

La intervención se realizará en un solo cuadrante cada vez, si son varios los dañados. Bauer siempre recomienda comenzar por uno de los superiores, ya que en ocasiones la mejoría en el cuadrante superior, supone sin otra operación, que el inferior, de su mismo lado, también mejore. De no ser así, se recomiendan unos meses de espera entre una y otra intervención.

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