Fiscales presentan a jurado 383 kilos de cocaína como evidencia contra un dominicano
Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK,- En una demostración que llamó la atención por su aparatosidad, los fiscales que encausan al dominicano Eddie Badía de 56 años de edad, arrestado en el 2003 y acusado de narcotráfico, cargaron en un carretón 383 kilos de cocaína, para mostrárselos al jurado como parte de la evidencia contra el prevenido.
La acción, se llevó a cabo debido a que Badía, es enjuiciado por tercera vez, ya que en el primer encausamiento los jurados no pudieron ponerse de acuerdo en el veredicto, por lo que se anuló y en el segundo en el 2005, fue condenado, pero la pena fue revocada en apelación.
También, se les confiscaron $500.000m dólares en efectivo.Badía, residente en New Jersey, fue capturado en el Bronx Terminal Market de El Bronx, junto a cómplices, cuando ellos transportaban un alijo de cocaína, valorado en $11 millones de dólares, y les dijeron a la policía, que se trataba de un cargamento de «Brócoli», que traían de Texas.
Los 383 kilos, se le mostraron al jurado y ante la jueza Melissa Jackson de la Corte Suprema Estatal en Manhattan, en el segundo día del tercer juicio a Badía, que fue ayer miércoles.
Los fiscales, abrieron 16 maletas con el polvo blanco, incautado hace 11 años.
Miembros del jurado, dejaron sus asientos para ver de cerca y con sus propios ojos, la imponente cantidad de la droga.
Badía y el resto de los detenidos, fueron apresados, cuando agentes encubiertos de la Fuerza de Tarea Anti Narcóticos del Norte de Manhattan, avistaron una patana con el cargamento, cerca de la calle 149 Este, donde estaba el mercado de El Bronx.
El chofer del camión, dijo a los policías que acababan de llegar de Texas, transportando 3.000 libras de brócoli, pero al revisar el vehículo, los investigadores encontraron la droga.
En allanamientos posteriores, las autoridades decomisaron un total de 843 libras de cocaína y $583.000 dólares en efectivo, pero nunca hallaron el «brócoli».
Además, confiscaron una pistola calibre 9mm y otra calibre .45 automática.
El primer juicio que enfrentó Badía fue en el 2005, cuando el jurado no se puso de acuerdo. En el segundo juicio, fue declarado culpable y condenado a 25 años a cadena perpetua, pero la sentencia fue revocada por en apelación por «tecnicismos legales».
