Haití honra a las víctimas del terremoto

Puerto Príncipe, (PL) La agitada vida de Haití se paralizó hoy para dar paso a varios servicios religiosos destinados a honrar a las más de 220 mil personas que murieron por un terremoto hace justamente un año.

Miles de haitianos vestidos de blanco asistieron a misas en diferentes áreas golpeadas por el sismo, de 7,3 grados en la escala de Richter, el 12 de enero de 2010.

Uno de los principales servicios se ofició en la zona donde se ubicaba la catedral de Puerto Príncipe, destruida por el temblor.

El cardenal Robert Sarah, enviado por el Papa Benedicto XVI, líderes religiosos y funcionarios del gobierno nacional asistieron a esa conmemoración.

Familiares de víctimas se unieron en grupos y extendieron los brazos al cielo para mencionar los nombres de los fallecidos y orar por sus almas.

Mientras el país entero honra a sus muertos, la situación general no ha mejorado mucho desde que aconteció el desastre.

Según estudios, solo se ha retirado el cinco por ciento de los escombros de las edificaciones derrumbadas durante el sismo.

De acuerdo con la Cruz Roja, remover esos destrozos llevará al menos 10 años de labor ininterrumpida y con apoyo externo.

En medio de tanto dolor, las labores de reconstrucción se han detenido, pues la mayor parte de la ayuda internacional prometida no ha llegado.

Los campamentos improvisados en lugares públicos para albergar a más de 1,3 millones de damnificados continúan hacinados y sin condiciones higiénico-sanitarias.

Para la mayoría de los haitianos, el futuro es incierto, pues pese a la asistencia recibida y el esfuerzo nacional por salir adelante, la mejoría no llega.

La inestabilidad política, agudizada tras controvertidas elecciones presidenciales, cuyos resultados están pendientes de definir en una segunda vuelta, también obstaculiza la refundación del país.

Recuperar esta empobrecida nación, actualmente abatida además por una epidemia de cólera que ha cobrado casi cuatro mil vidas, es imperativo para este país, donde se gestó la primera revolución triunfante de América Latina.