Juez Dominicano otorga más de US$11MM a ex policía atropellado
De Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK,- El juez dominicano de la Corte Suprema Estatal de Nueva York, Manuel Méndez, otorgó una compensación de $11.200.000 dólares al ex policía José Sosa (también dominicano) y quien fue atropellado por el conductor de un vehículo que impactó el carro patrullero en el que Sosa y su compañero de uniforme, acudían a una llamada que reportaba un posible suicidio en el área del Parque Central.
El magistrado Méndez, dijo que el veredicto del jurado, se apoya en suficientes evidencias legales y en ocasiones, en pruebas no controversiales.
El accidente ocurrió en el 2006, cuando el compañero de Sosa quien conducía la unidad, se pasó en una luz roja y una furgoneta manejada por Mohammed Almas, se estrelló contra la puerta derecha del carro de la policía, en la calle 97 Oeste.
Sosa y el oficial Fernando Loza, acudían a un edificio de la calle 105, desde se reportó el intento de suicidio.
Sosa, quedó en estado grave y estuvo semanas en coma en un hospital local, situación que lo forzó a retirarse de la fuerza, debido a las graves lesiones que sufrió.
Almas, chocó otros dos vehículos que estaban estacionados en el carril Sur de la referida calle.
Sosa, se unió a la policía de Nueva York en el año 2000 y sufrió una lesión permanente en su mano derecha, heridas en los discos bajos de la espalda, el cuello, el hombro derecho y la cadera.
Richard Gross, abogado de Sosa, dijo que el ex agente, todavía está mal y tiene que mantenerse con montones de medicamentos.
En relación a la decisión del juez Méndez, un portavoz de la Oficina Legal de la ciudad, respondió que «estamos considerando nuestras opciones legales» en alusión a la posibilidad de apelar la decisión del magistrado dominicano.
Sosa, fue favorecido por un jurado durante un juicio civil, en el que el conductor Almas, estuvo en el banquillo de los acusados. El jurado lo exoneró y responsabilizó a la ciudad de toda la culpa por el accidente.
El jurado determinó que el oficial Loza, no sólo fue negligente, sino también temerario. El compañero de Sosa, manejaba el patrullero entre 50 y 60 millas por hora y Almas y otros testigos, dijeron en la corte que no vieron las luces del carro policial ni escucharon la sirena.
Loza, negó el exceso de velocidad y aseguró que manejaba sólo a 20 millas por hora y que tenía las luces y la sirena activas.
También rechazó que se «comiera» una luz roja.
Pero un experto en accidentes, testificó refutando la negativa de Loza, diciendo que la caja negra del patrullero, pudo haber arrojado luz sobre la causa del accidente, pero que la ciudad subastó la unidad, nueve días después del accidente.
El juez permitió al jurado considerar esa decisión, como una debilidad por parte de la ciudad y el juez Méndez, dijo que eso es lo correcto.
«La ciudad tenía la obligación de impedir la subasta o destrucción del carro patrullero, y el hecho de no hacerlo, constituye una expoliación de la prueba», dictaminó el magistrado dominicano.
Sosa, dijo en su declaración que su compañero manejaba el patrullero a 45 kilómetros por hora y recordó que vio cuando la furgoneta manejada por Almas, se aproximaba rápidamente a la intersección, por la derecha.
«Vi el guardabarros de la furgoneta que venía hacia mí, él provocó que el patrullero en el que estábamos, diera un giro de 180 grados. Creía que íbamos a volar por la rapidez con la que íbamos», declaró Sosa en el juicio.
«Doy gracias Dios que estoy vivo, no quedé paralítico y puedo caminar», expresó el ex agente Sosa.
Su abogado dijo que la millonaria suma es para cubrir la pérdida de ingresos y potenciales beneficios de la pensión de Sosa.
