Latinos se movilizan en Washington por la reforma migratoria
Washington- C- Al grito de «Si, se puede» miles de activistas hispanos comenzaron a llegar ayer a Washington para participar en la «Marcha por América» en la que piden que la promesa de una reforma migratoria que hizo Obama durante la campaña electoral se cumpla «ya».
Algunos llegaron caminando desde Nueva York, otros en ómnibus desde Texas y otros aterrizaron en el aeropuerto internacional de Washington procedentes de California y de Oregon. Los organizadores calculan que en total participarán de la movilización unas 100.000 personas de 30 estados diferentes, que se congregaron a partir de las 13, hora Washington, frente a a las escalinatas del Capitolio.
Luego de un largo y duro invierno, la primavera ya ha llegado a la capital de Estados Unidos, por lo que se prevé un clima ideal para una manifestación al aire libre de este tipo. Sin embargo, el hecho de que la marcha tenga lugar justo el día en que se vota la reforma del sistema de salud en la Cámara de Diputados no favorece su repercusión mediática . Gran parte de la atención de los medios estará más concentrada en lo que sucede adentro del Capitolio que afuera, aunque ambos eventos tiene hasta cierto punto una relación política.
En efecto, muchos legisladores hispanos se negaban a votar en favor de la reforma del sistema de salud porque no prevé ningún tipo de cobertura médica para los inmigrantes ilegales. Al final, la mayoría se pronunció en favor de la reforma de salud después de que el presidente Barack Obama anunció su apoyo a un proyecto bipartidario de reforma migratoria, presentado el viernes pasado por el senador demócrata por Nueva York, Charles Schumer y por el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham.
«El próximo paso critico será traducir el marco que presentaron en un proyecto de ley para que el Congreso pueda actuar lo más pronto posible, dijo Obama. «Felicito a los senadores Schumer y Graham por su liderazgo y me comprometo a hacer todo lo que esté a mi alcance para lograr un consenso bipartidario este año, para que podamos seguir adelante hacia una amplia reforma de migración».
La reforma de Schumer y Graham prevé un camino «duro pero justo» hacia la legalización de los indocumentados. De hecho, los indocumentados deberán reconocer que han transgredido la ley, deberán pagar una multa y aceptar que se les hago un chequeo policial. La reforma también prevee una carta de identificación biométrica y el refuerzo de la seguridad en las fronteras.
El problema es que los latinos ya están cansados de tantas promesas en vano. Y muchos especialistas consideran que el esfuerzo de Schumer y de Graham se debe más a la necesidad de obtener votos para la reforma del sistema de saluid que para resolver de una vez por todas el problema de los inmigrantes ilegales. De hecho, el diputado Luis Gutierrez, demócrata de Illinois, dijo que no votaría por la reforma del sistema de salud si no había sobre la mesa un proyecto de reforma de inmigración y una declaración de Obama en su apoyo.
Los hispanos están hartos de promesas y politiquería. La protesta de hoy comenzará a las 11 frente a la Casa Blanca, mientras que los obispos católicos darán una misa para rogar por la reforma migratoria. Hablarán desde el podio colocado al pie de las escalinatas del Congreso el senador Robert Menéndez, demócrata por Nueva Jersey; Janet Murguía, directora del Consejo Nacional de La Raza y la actriz mexicana Lucía Méndez, mientras que el punto final del día estará a cargo del popular locutor radial Eddie «El Piolín» Sotelo, quienes realizaran llamados en favor de los inmigrantes.
«Durante demasiado tiempo las comunidades inmigrantes han sufrido los resultados de un sistema de inmigración fracasado que separa nuestras familias y viola nuestros derechos civiles y humanos», aseguró Angela Sambrano, presidenta de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (NALACC), con sede en Chicago.