• 26 abril, 2024

Más que un funeral Oscar de la Renta despedido en NY con ceremonia élite que parecía una recepción

Más que un funeral Oscar de la Renta despedido en NY con ceremonia élite que parecía una recepciónMiguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- La histórica iglesia de San Ignacio de Loyola situada en el 980 al Sur de la avenida Park y calle 86 en el centro del Este de Manhattan, dejó atrás su tradicional sobriedad espiritual, para convertirse la mañana de este 3 de noviembre, en el centro de un ceremonial en el que se despidió al afamado diseñador dominicano Oscar de la Renta, más que en un funeral, en una recepción de celebridades, superestrellas y magnates mediáticos.

Eso, nunca lo hubiera querido Oscar, con su humildad, sencillez, identificación y altruismo con los pobres y su apego a las causas sociales.

El, hubiese querido que su público, lo viera de cerca, lo palpara y se untara de su vibra espiritual del más allá. Fue, como se había dicho, una misa de cuerpo ausente.

Pero, la familia, compuesta por su viuda Annette de la Renta, su hijo adoptivo, Moisés de la Renta, la hijastra, Elizabeth Red Bolen y su esposo Alex Bolen, decidieron celebrar una ceremonia a la que ni siquiera los reporteros tuvimos acceso lejano, debido a que la policía nos cercó en una barricada, colocada a una distancia considerable de la puerta principal de la iglesia.

Aquello, parecía la llegada de una constelación de estrellas del ambiente de la moda, el cine, la música, corporaciones, teatro y la política a una alfombra roja, que por casualidad, no fue puesta a la entrada del templo.

Sobre las 11:00 de la mañana y con numerosos agentes de la policía y guarda espaldas contratados, apostados en los alrededores de la iglesia, se dio a la ceremonia, en la que según algunos participantes, no estuvieron las cenizas de Oscar.

Las quejas han llovido por el manejo dado por la familia del diseñador a su última despedida en Nueva York, especialmente cuando se creía que sería un acto solemne, abierto y accesible a las masas que aunque no pertenecen al mundo del glamur siempre han seguido la trayectoria de de la Renta, y lo admiran, tomándolo como referente e inspiración.

Oscar, era tan alejado del propio elitismo con el que tuvo que bregar, que una vez dijo que sentía tan feliz jugando dominó, con sus empleados, que con los millonarios y millonarias que eran sus clientes habituales.

Una ceremonia, que se suponía fúnebre, se convirtió en una recepción cerrada, tan hermética que las propias celebridades que acudieron, tuvieron que mostrar en la puerta sus invitaciones para poder entrar.

Como parte del sonoro elenco, estuvieron presentes los diseñadores Valentino y Diane von Furstenberg, ella en silla de ruedas, siendo los primeros en llegar, seguidos por el director Mike Nichols y su esposa, la periodista Diane Sawyer.

También los diseñadores Tommy Hilfiger y Donna Karan, Chelsea Clinton, la periodista Barbara Walters, la fotógrafa Annie Leibovitz y el actor Hugh Jackman.

Entre los últimos en llegar estuvieron Hillary Clinton, Jennifer Garner, Tina Fey, Oprah Winfrey.

Julio Iglesias, llegó a tiempo para despedir a su amigo de décadas.

La vicepresidenta y la primera dama de la República Dominicana, el embajador dominicano en Washington y el canciller de ese mismo país, fueron prácticamente ignorados por la prensa estadounidense, ávida siempre de capturar y vender las apariciones de las figuras más relevantes del Jet Set norteamericano.

Luego aparecieron en escena, la editora de la revista de modas «Vogue», Anna Wintour, quien arribó en un sedán negro y entró rauda a la iglesia, como para evitar los lentes mediáticos.

Las barricadas de la policía, se extendieron alrededor de una cuadra.

Oscar de la Renta murió el lunes 20 de octubre a los 82 años de edad y víctima de un cáncer en el páncreas, que padeció por 10 años, en su casa del suburbio Kent en Connecticut, donde también fue cremado, ocho días después de fallecer.

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