Nuncio aconsejó a embajador de EEUU en RD “mantener vida privada detrás de las paredes”, revela el NY Times

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- El Nuncio Apostólico de El Vaticano en Santo Domingo, Jude Thaddeus Okolo, aconsejó al embajador de los Estados Unidos en la República Dominicana, James Brewster que mantuviera su vida privada detrás de las paredes y escondiera su marido, manteniéndolo fuera de la vista de todos, porque en el país “hay un prejuicio generalizado contra los homosexuales”, revela el periódico NY Times en un reportaje publicado recientemente.

El medio dijo que poco después que el embajador norteamericano, tomó posesión del cargo, en 2013, el nuncio le advirtió que “si mantiene su vida privada detrás de las paredes, podrá vivir aquí sin problemas”.

El influyente rotativo son sede en Nueva York, tomó como referencia los ataques a Brewster y su esposo Bob Satawake, para denunciar una “campaña homofóbica sostenida” contra el homosexualismo en la República Dominicana, y cita los permanentes ataques al diplomático de Estados Unidos.

“El nuncio se refería a que para ser un diplomático eficaz, , sería prudente para el señor Brewster, mantener su marido fuera de la vista en un país donde el prejuicio contra las personas homosexuales sigue siendo generalizado”, añade el reportaje del NY Times.

El consejo fue desatendido.

“El señor Brewster y el señor Satawake, que han estado juntos durante casi 28 años, han estado fuera y orgullosos en Santo Domingo, lo que generó un intenso debate que ha galvanizado el movimiento de los derechos de los homosexuales en ciernes de la nación, y los líderes locales indignados por la Iglesia Católica”, dice el reporte.

“Los ataques contra el señora Brewster, un hombre de negocios de Chicago que recaudó dinero para la campaña de reelección del presidente Obama, comenzó pocos días después de que la Casa Blanca le nombró para el cargo”, recuerda el periódico. “Durante una conferencia de prensa en junio de 2013, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, dijo que estaba horrorizado de que Washington estaría representado por un maricón, un término insultante para los hombres homosexuales. Monseñor Pablo Cedano, otro alto líder de la iglesia, predijo que los dominicanos harían que el señor Brewster tan desgraciado, no duraría mucho tiempo”, agrega el reportaje.

Señala que “fue un momento extraño para la iglesia católica en la República Dominicana conocida por no atacar a nadie. Pocas semanas después de la conferencia de prensa, el embajador del Vaticano en Santo Domingo le recordó en voz baja después que los superiores se enteraron de que había estado pagando a niños pobres menores de edad, para tener relaciones sexuales. Y las acusaciones de abuso de menores se han hecho contra otros sacerdotes”.

Sostiene el reportaje que el embajador Brewster nunca contempló dar marcha atrás en el trabajo.

«Sabíamos del el calor de la gente», dijo Brewster al NY Times en una entrevista. «También sabíamos que era un lugar donde había un montón de oportunidad para avanzar en los derechos humanos».

Reseña que “poco después de llegar, Brewster y el señor Satawake, que habían estado activos en el movimiento de los derechos de los homosexuales en los Estados Unidos, organizaron un pequeño grupo de activistas dominicanos en su residencia. En ese momento, los pocos recursos de los grupos de derechos de los homosexuales en la isla, habían venido de iniciativas de prevención para la prevención del H.I.V. y no tenían una estrategia para presionar por reformas legales o sociales”.

La embajada comenzó a proporcionar dinero para los grupos de derechos de los homosexuales como parte de la iniciativa del Departamento de Estado para avanzar en la igualdad de las personas homosexuales y transexuales de todo el mundo.

«La llegada de este embajador es lo más grande que podría habernos pasado a nosotros», dijo Marlenne Bennedeck Dumont, una activista de derechos de los transexuales en Santo Domingo.

«Hemos visto que el cambio es posible y han comenzado a buscar aliados», añadió la activista.

Este año, por primera vez, las personas abiertamente homosexuales en la República Dominicana abrirán una oficina local.

“El mes pasado, la Embajada de Estados Unidos ayudó a iniciar una Cámara de Comercio L.G.B.T. y la presencia del señor Brewster ha dado lugar a una conversación nacional acerca de los prejuicios y la tolerancia”, dijo Pablo McKinney, un columnista de un periódico dominicano.

«En la República Dominicana, está bien ser gay, siempre y cuando se lleve una doble vida», añadió McKinney. «Creo que es maravilloso que al venir aquí, este hombre ha traído esta realidad a la luz», dijo el columnista en referencia el embajador Brewster

El medio dijo que el tema “es una conversación que tiene a los líderes religiosos profundamente inestables”.

Y explica que “en diciembre pasado, después que el señor Brewster habló sobre la corrupción en la República Dominicana, el cardenal López dijo que el embajador debe quedarse en casa, ya que es la esposa de un hombre».

Asegura la crónica que el pronunciamiento de López Rodríguez, hizo que el Departamento de Estado presentara una denuncia ante El Vaticano.

“La administración del presidente Danilo Medina, al permanecer en silencio sobre la controversia, crea la impresión de que el gobierno tolera la intolerancia. Esto es un gran error para un país que depende en gran medida el comercio y el turismo con los Estados Unidos. El Vaticano, vergonzosamente, no ha hecho nada para frenar al cardenal López, cuyo perjuicio crudo socava el mensaje de tolerancia del papa Francisco”, indica el reportaje.

Brewster y Satawake dijeron que el apoyo que han recibido de dominicanos comunes es mucho mayor que los insultos.

«Me han llamado maricón desde el tercer grado», dijo el señor Satawake. “Sé lo importante que es para proteger a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos».

La reseña dice que recientemente, un joven se acercó con timidez en Dominicana al Brewster en público, y le entregó una tarjeta que dice: «No tengo palabras para agradecerte por estar aquí y yo y mi amante tenemos la esperanza de luchar y permanecer juntos».