Otra vez en la PCMM
Máximo Laureano
Máximo Laureano
De verdad verdaíta, quiero felicitar a la seguridad del negocio de monseñor Agripino Núñez Collado y los católicos, este miércoles motivado por una actividad de los estudiantes de comunicación fui a la PUCMM, unos de los agentes de seguridad, me preguntó, 1 a dónde va? 2 a dónde quien va 3, a qué usted va, 4 y sabes a dónde vas 5 quién lo invitó.
La verdad verdaíta, es que esto leído así es pura eficiencia y entrega, lo que me llama la atención es que mientras yo daba todas las explicaciones al hombre-guardian, de la puerta Oeste del templo sagrado del saber, pasaron no menos de 20 vehículos, algunos con más de una personas y a ninguna de esas personas se le preguntó nada.
Yo que estaba allí con mi chaqueta gris, pantalón de jornada, zapatos negros con las cuerdas rojas, pelo desarreglado, aunque recogido y que caminaba a pie, porque así es caminado toda la vida, tuve que dar todas las explicaciones de lugar para que me dejaran pasar.
Me dieron pasó después de varias llamadas, caminé unos siete minutos y tomé un peatón por el cual llegaría al salón de actos del edificio de ingeniería y me alcanzó un joven en una motocicleta con apariencia de policía privado, el muchacho me dijo, pero yo te conozco, tú trabajas con E. Rosario, tú eres periodista, respiré sabía que ya no me llevarían preso por el delito de entrar a pie al templo comercial de Agripino, de inmediato pensé si él sabe que soy periodista, me salvaré por ser famoso.
«Es allí que usted va»., dijo el motorizado.
Le pregunté al joven que porque no se le preguntaba a la gente que entra en carros, sonrió y atinó a decir «‘tú sabes…
