Participantes en segundo debate califican de payasa y rídicula actuación de congresista Rangel

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- Con su Blackberry en mano y haciendo un monólogo para tratar de caer «gracioso», el reelccionista congresista Charles Rangel de Harlem, pidió dos años en la Cámara de Representantes, como legislador por el distrito 13, pero unánimemente rechazado por la mayoría, que le respondió a gitos «¡No!, y ¿porqué?¨
Al congresista que lleva 43 años en la curul y es enfrentado por tres aspirantes, entre ellos el senador estatal dominicano Adriano Espaillat, al que se le confieren mayores posibilidades de vencerlo, no le quedó otro camino que cabizbajo, guardar silencio.
Ese fue, el segundo debate sobre los temas y problemas que enfrenta el étnicamente diverso distrito 13 que abarca territorios del Este y Oeste de Harlem y El Bronx y en el que la activista dominicana Yolanda García, no asistió por no tener dominio del idioma inglés.
Rangel, Espaillat y el reverendo Michael Walrold, fue el trío que debatió.
El congresista afroamericano, se convirtió en el hazmerreír de los presentes, quienes al final de la disputa, lo catalogaron de «payaso» y «rídiculo», al tomar el Blackberry y hacer creer que hablaba con «alguien» sobre su candidatura, pero se trató de un interlocutor fantasmas, que él mismo creó en su mente.
Rangel, volvió a burlarse de cada uno de sus contendiemntes, lo que nuevamente cayó pesado en los asistentes al debate.
El evento, que se llevó a cabo en la iglesia AME en la calle Luke de Harlem, Rangel excedió los tres minutos que correspondían a su primer turno, por lo que fue conminado a cerrar el teléfono.
Rangel, no hablaba, sino que gritaba a todo pulmón, hasta quedarse disfónico, en elk fracasado esfuerzo por desacreditar a sus rivales.
La desesperación de Rangel, que ha sido expuesta a través de la campaña de este año, se debe entre otros factores a que ya, el distrito 13, no es su bastión político y electoral y desde donde se ha producido un enorme éxodo de afroamericanos, propiciado por él mismo y según sus críticos, también Bill Clinton, con la entrega de extensas áreas de Harlem a grandes coproraciones de desarrollo urbano y comerciales.
Ese desplazamiento, ha hecho que ahora, el distrito 13, sea mayoritariamente latino, con un 58% de votantes hispanos y de ese porcentaje, priman los electores dominicanos.
Espaillat, se autodefinió en el debate, como un organizador de corazón y reafirmó su compromiso de reorganizar a las comunidades del distrito 13, para llegar junto a él al congreso de Washington.
«En Washington, todos juntos y con una nueva voz, demostraremos nuestra fuerza», dijo Espaillat, acusando a Rangel de ser parte de la élite de Washington y trabajar para beneficiar a un solo grupo.
Después de reirse a carcajadas por el rídiculo monólogo de Rangel, la mayoría de los presentes, le pusieron la tapa al pomo rechazando sus presentaciones de quedarse otros dos años en el escaño.
«Quiero que se me extienda el contrato en el congreso por los próximos dos años», pidió Rangel.
Y, la repuesta, volvió a repetirse:
«¡No!, y ¿porqué?»