RUIDOS DEL SILENCIO
No es que lo devuelvas; es que no se lo ha ganado.
Por Max Lauren G.
Puede que no sea atinado que un profesional de la comunicación llame de manera pública a no votar por determinado candidato, pero es su derecho, el derecho de todos.
Pero es que ese mismo derecho se traduce a la igualdad de condiciones que tienen los aspirantes a cargos electivos a buscar estos puestos, a lo que no tienen derecho es a que el aspirante, luego que resulte electo se burles de las personas que le dieron sus votos, no cumpliendo siquiera con el mínimo de las funciones que les corresponden.
No hablamos de un caso abstracto, la referencia es con relación al caso del diputado por la circunscripción uno de Santiago, Radhamés Fermín.
Los reportes sobre sus acciones dan cuenta de que nunca ha ido a las sesiones de la Cámara de Diputados, otros establecen, que si hay un error en la apreciación y el legislador se ha presentado a su trabajo en lo que va del período, entonces, sus visitas no pasarían de dos.
Este hombre que en la actualidad se diputa la nominación por la candidatura a síndico de Santiago, alcanzó una curul por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), en el año 2006, sustentada en su poder económico y de inmediato proclamó que no necesitaba el sueldo y que por tanto donaría esos recursos.
Esto parecería razonable, pero la verdad es que el papel de filántropo les ha quedado muy mal, porque no tiene caso que diga que va a donar el dinero, si no lo ha ganado.
Primero señor Fermín; usted no puede regalar el dinero del erario, solo porque a usted se le antoje, debe existir una causa muy justificada para ello.
Segundo señor Fermín; es que usted debe justificar la entrada de ese dinero, demostrar que se lo ha ganado cumpliendo con las tareas que se supone, les corresponden por haber sido electo por una población creyó en usted, por venderse como un político desinteresado. Porque les aseguro que luego que el dinero sea suyo, nadie les reprochará que haga lo que entienda correcto.
