¿Se rectificará?
De Lincoln López
En el marco de grandes celebraciones, conferencias y cumbres por la llegada de un nuevo milenio, en septiembre del año 2000 se reunieron en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York más de 170 Jefes de Estado y de Gobierno para aprobar la “Declaración del Milenio”, comprometiendo a sus países con una serie de objetivos sujetos a plazo, conocidos como los “Objetivos de Desarrollo del Milenio y cuyo vencimiento del plazo está fijado para el año 2015”.
Los Objetivos son ocho: 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre. 2. Lograr la enseñanza primaria universal. 3. Promover la igualdad de sexos y el empoderamiento de la mujer. 4. Reducir la mortalidad infantil. 5. Mejorar la salud materna. 6. Combatir el VIH y la malaria.7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. 8. Fomentar una alianza mundial para el desarrollo.
Fue creado el Mecanismo de supervisión de los Objetivos y un portal de información, ambos de la ONU. Este último con 14 bases “que contienen más de 55 millones de datos y cubren un amplio rango de estadísticas que incluyen población, industria, energía, comercio y cuentas nacionales”. Todo esto a cargo de un indeterminado número de especialistas.
Pero, muchas de las informaciones ofrecidas por el organismo mundial, son incorrectas, según lo han podido comprobar investigadores y periodistas-investigadores alternativos, que han recopilado datos, los han analizado y han llegado a una conclusión distinta. Las estadísticas de la ONU han sido manipuladas para defender “posiciones políticas o por propio interés”.
La Red de Expertos Planeta Futuro ha publicado su estudio en periódicos físicos y virtuales mundiales. Veamos sucintamente lo que dice este estudio alternativo sobre “las mentiritas, las mentiras y estadísticas”, aludiendo en su prefacio a una expresión del escritor estadounidense Mark Twain (1835-1910).
Sobre la pobreza. Estas estadísticas mundiales “son problemáticas…son poco fiables…son engañosas… porque no se basan en observaciones directas”. Se basan en el promedio. Igual al crecimiento de un país (PIB), en algunas naciones el 7% quizás le llegue al 93% de la población, y, en cambio, el 93% de la riqueza generada es para el 7% de las élites dominantes. La brecha se hace cada vez mayor, pero las cifras se encargan de aparentar la reducción de la pobreza. “Todo apunta que este objetivo no se habrá conseguido”.
El Objetivo 2 sobre la enseñanza primaria que busca asegurar que niños y niñas de todo el mundo puedan matricularse, en esto, sin duda, se ha progresado. El porcentaje de menores matriculados han pasado del 83% al 90%, pero el dato se empeora cuando uno de cuatro menores abandona los estudios. Además,”La enseñanza primaria universal, no es suficiente. Hay que apostar por la calidad”. (K. Singh)
El Objetivo 3 sobre la igualdad de sexo, tampoco se ha logrado, ni el 6 sobre combatir el VIH y la malaria, “casi 600,000 niños, uno cada dos minutos y medio mueren por estas causas”…. Ni hablar del medio ambiente (7) y de la alianza mundial (8). De los 8 solamente 2 se han cumplido hasta el momento: la reducción de la mortalidad de niños menores de 5 años y la salud materna.
¿Se rectificará?
