• 19 abril, 2024

Sicario que asesinó periodista en Queens en 1992 por órdenes de cartel pide anular cadena perpetua

MIguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- Wilson Alejandro Mejía Velez, un sicario de un cartel colombiano de las drogas que en 1992 asesinó a tiros al reconocido periodista cubano nacido en Camaguey (Cuba), Manuel de Dios Unanue en un restaurante de Queens y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional, está pidiendo que un juez anule la sentencia, alegando que sólo tenía 17 años de edad, cuando cometió el homicidio.

Unanue, quien fue jefe de redacción de El Diario / La Prensa, entonces el periódico latino de mayor influencia, era un asiduo crítico de los carteles de las drogas en Colombia, y su asesinato se atribuyó a supuestas órdenes del asesinado capo Pablo Escobar Gaviria.

El periodista, quien en sus reportajes y crónicas sobre el narcotráfico nacional e internacional, en la época más insegura para los reporteros que enfrentaban los carteles, publicaba notas denunciando los puntos donde grupos de narcos vendían los psicotrópicos, incluyendo fotografías.

En la época, el periodista dominicano Ramón Urbáez, expuso más de una vez su vida, trabajando bajo la dirección de Unanue, con repoertajes de ese contenido, que fueron publicados en portadas del referido periódico.

En una ocasión, Urbáez, tuvo que huir y esconderse en un suburbio de Pensilvania para protegerse de las amenazas de los narcos.

Era la épóca más angrienta en conexión con el creciente mercado de la cocaína y el crack en los suburbios marginales de Nueva York.

El sicario, llegó armado al restaurante Mesón Asturias en Queens, apovechando que Unanue, visitaba todos los días el lugar y estaba bebiéndose una cerveza, cuando el matón apretó el gatillo.

El asesinato conmovió a toda la ciudad.

A Unanue, también se le atribuyó participar en la creación de la línea caliente de denuncias del Departamento de Policía (NYPD), “Crime Stoppers” (Alto al Crimen), lo que también encolerizó a los carteles de las drogas.

En parte de sus reportajes, el periodista aseguraba que muchas de las actividades más importantes, incluyendo espectáculos en discotecas de Jackson Heighs en Queens, estaban financiadas por los narcotraficantes.

Eso y otras denuncias, le granjearon el odio de los capos locales e internacionales, que según el propio Unanue, lo amenazaban de muerte, pero insistía en que no les temía.

Fue una ejecución típica de los carteles y en presencia de muchos comensales que estaban en el mismo restaurante en el momento del crimen.

La abogada del sicario Susan Kellman, dijo que está pidiendo que a su cliente se le dé una segunda oportunidad y alegando que era muy joven y que no sabía que el muerto era un reconocido periodista latino de la ciudad.

“Es un castigo cruel e inusual para condenar un menor de edad a prisión de por vida sin posibilidad de libertad condicional”, alega la abogada en una moción sometida en la Corte Federal de Brooklyn, el viernes.

Otras apelaciones del sicario, una de ellas en la Corte Suprema del Estado, han sido denegadas por los jueces.

Otros menores condenados a cadena perpetua han presentado argumentos similares a los de Mejía Velez y no han logrado reducción de las condenas.

Sólo en un caso, en la corte federal de Brooklyn, tres miembros de la violenta pandilla china “Los Dragones Verdes” (Green Dragons), consiguieron las rebajas de sus condenas a cadena perpetua.

La abogada del sicario, busca aprovechar ese precedente para convencer a los jueces federales.

Los fiscales dicen que a menos que el juez Edward Korman decida, Mejía Vélez obtendría el mismo plazo utilizando las directrices actuales, y deberá ser sentenciado de nuevo.

Los documentos de la corte, dicen que un alto líder del Cartel de Cali ofreció una recompensa de $50.000 dólares por la cabeza del periodista.

Unanue, también descifró cómo funcionaba el cartel.

Mejía Velez fue una de varias personas acusadas en el crimen a sangre fría, condenado por apretar el gatillo.

El adolescente no sabía que Unanue era un reportero, de acuerdo con sus cómplices que testificaron para la fiscalía federal a cambio de sentencias benévolas.

El juez Korman condenó a Mejía Vélez, cinco días después del veredicto de culpabilidad.

El magistrado rechazó en el momento el argumento de la defensa del sicario, sobre su edad. Mejía Velez, lleva 25 años en la cárcel.

En 2013, pidió que el tribunal anulara su sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, apoyándose en un dictámen de la Corte Suprema en Washington DCV, hace un año.

“El crimen de Mejía Velez fue deliberado, a sangre fría, y mercenario, exactamente el tipo de caso en el que el Tribunal Supremo dijo que una sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional por un menor de edad fue un resultado válido”, había dicho el juez Korman.

La abogada de Mejía Vélez, dijo que la lucha legal en este momento es si el sicario, incluso merecía otra frase, la cual, ella dijo, que lo hizo claramente de acuerdo con las decisiones del Tribunal Supremo en los últimos años.

Un espacio recreativo frente al restaurante, donde fue asesinado lleva el nombre de “Manuel de Dios Unanue Square”.

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