• 24 abril, 2024

SONAJERO

grisbelGrisbel Medina R.

La marcha

El sol quemaba la dermis y empapó a hombres y mujeres de distinta edad y diferentes saberes. Esa tarde, la del martes pasado, el Alma Máter uasdiana despidió la multitud que reclamó no criminalizar el aborto terapéutico, no poner trabas a políticas de salud y escuchar no sólo rezos de la fe católica impuesta a base de miedo.

La marcha por el derecho a decidir y contra el atrasado artículo 30 (consagra la protección del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte) refrendado por el iluminado Presidente del país, llegó al Congreso para hablarles a la comunidad de legisladores que tienen la responsabilidad de que la vida de las mujeres cuente como humanas con derechos, no números con útero.

Teniendo claro que prohibir el aborto no salva fetos, más bien mata mujeres, la juventud de Justicia Global, el cantante Marel Alemany, la morena Altagracia Salazar y su enllave Adalberto Grullón caminaron junto a Patricia, la Solano Lora con su hijo Fidel – tambores y gorrita incluidos-, Sergia, Lilian, Lulú Contreras, Isa Conde, el nieto de Bosch, la recia Mirta, Sobeyda y Manuela del Núcleo de Apoyo a la Mujer de Santiago, entre muchas otras y otros dominicanos dolientes y contribuyentes.

El sol siguió candente sobre los hombros de hombres y mujeres que llegaron hasta de San Juan de la Maguana.

Y allí, frente a la confortable Asamblea Nacional, se pronunciaron aquellas y aquellos que pagan impuestos, que no llevan sotanas y no toleran el ensayo de ceguera y mudez de los pontífices del retroceso.

Minou Tavárez Mirabal (con la mirada de Manolo y Minerva), Víctor Terrero, Domingo Colón, Gilka Moronta, Gilberto Serulle, Josefa Castillo, Mirtha Pérez y Demóstenes Martínez, legisladores que votaron contra del artículo 30, junto a otros 25 colegas, recibieron a quienes marcharon contra la violación de derechos humanos, el aumento de la mortalidad materna, la prohibición de métodos anticonceptivos, así como de procedimientos médicos e investigaciones científicas que implicarían vivir o morir para miles de hombres y mujeres, si el artículo 30 se colara en la Constitución, explicó Lourdes Contreras en nombre de las personas manifestantes.

Comentarios