Tras salir de un manicomio se declara culpable por el asesinato de un dominicano en New Jersey
Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK,- Tras salir de un manicomio donde había sido recluido por orden de un juez, Livio Morales, se declaró culpable por el asesinato del dominicano Severino Cepeda, cuya esposa fue implicada en el homicidio por obstrucción de la justicia y obstaculizar el arresto del ahora convicto y fue deportada a la República Dominicana, después de haber cumplido 755 días en la cárcel.
Morales, vistiendo un ki-mono anaranjado, uniforme para presos criminales peligrosos, y con esposas en las manos, y un grillete, mató a Cepeda en el 2008 por celos, ya que el loco homicida era concubino de la dominicana.
Morales, renunció a su derecho de basar su defensa en «problemas psiquiátricos» después que los especialistas del manicomio, determinaron que ya es apto para enfrentar un juicio.
Los fiscales dijeron que basándose en el acuerdo con Morales, pedirán una sentencia de 20 años, pero no quedó claro si los tres años de reclusión en psiquiatría, le serán descontados.
El acusado, empero, tendrá que cumplir al menos 10 de los 20 años para ser elegible a libertad condicional.
Morales, le dijo a la jueza Liliana S. de Avila, que en el momento del asesinato, él y Pichardo estaban caminando por el área de MacKay Park en el poblado de Englewood, a pocas cuadras del apartamento que ya estaba compartiendo con la mujer, cuando un hombre, al que dijo no conocía, se le acercó el 13 de enero del 2008.
«Si respeto por la vida humana, saqué una pistola que llevaba y disparé varias veces contra Severino Cepeda, matándolo», relató Morales fríamente en la corte.
El convicto, trabajaba en ese entonces para una empresa de seguridad.
Testigos llamaron a la policía y varios agentes acudieron a la escena, abordando a Morales y Pichardo, que estaban a punto de salir del parque para escapar.
Personas que presenciaron el asesinato, dijeron que escucharon a Cepeda gritar, antes de que Morales le disparara un balazo en el pecho.
La víctima y la mujer, se habían casado en la República Dominicana y se separaron en diciembre del 2006. Cepeda tenía 45 años de edad y residía en Brooklyn.
Morales, argumentó a los fiscales que creía que Cepeda estaba armado con una pistola o un cuchillo, por lo que le disparó.
Fue acusado de asesinato en primer grado y posesión criminal de un arma de fuego y se le impuso una fianza de $2 millones de dólares.
Pero exámenes psiquiátricos en el 2011, determinaron que sufría demencia y que no era competente para enfrentarse a un juicio. El tribunal lo envió al centro psiquiátrico Ann Klein en Trenton, donde se recuperó de sus perturbaciones mentales.
La señora Pichardo, se declaró culpable de los cargos por lo que condenada y repatriada a la República Dominicana.
Morales será sentenciado el próximo 7 de noviembre en la Corte Superior de Paterson.
