• 19 enero, 2025

Académicos conspiran contra Estados

academicos-conspiran-contra-estados.jpgPor Luís Céspedes Peña

La modificación que hicieron las 22 Academias de Lengua Española al alfabeto, es una violación a las Constituciones que consagran el idioma español o el castellano, como uno de los símbolos oficiales de los  Estados que ellas representan.

Ninguna institución privada tiene derecho a reformar el idioma oficial de un país, como ocurrió con las nuevas reglas ortográficas aprobadas por esas entidades.

Según los señores de las Academias de la Lengua Española, comenzando por el coordinador de los trabajos que modificaron la ortografía, Salvador Gutiérrez, el alfabeto ya no tendrá 29 letras, sino 27, debido a que quedarán eliminadas la Ch y la doble LL.

También introdujeron otros cambios importantes, como son el que en lo adelante no se podrá decir “b” larga ni “v” corta, sino be y uve. En el caso de la doble w, habrá que decir uve doble, al estilo español. Por formar parte del gentilicio, dudo que se pueda eliminar el vocabulario de la doble w.

Otro cambio que  acordaron esos señores, es que la palabra guión no podrá llevar tilde o acento. Lo mismo sucederá con el adjetivo o forma “sólo”.  Seguiremos teniendo el problema, en este caso, de que cuando un hombre anda solo, que no lleva tilde, tendremos la confusión de “sólo,” como adjetivo, que sí  debe tenerlo. Cada vez que se vaya a escribir esta palabra, habrá que comenzar a analizar si pertenece a esos géneros o al adverbio que, definitivamente, la tilde quedó eliminada.

Estos sabios, que no consultaron a ningún Estado para tomar esa decisión, sin pensar  en los problemas que eso provocará a más de 400 millones de ciudadanos y ciudadanas que hablamos el español o el castellano.

Con la eliminación de Ch, esos señores les crearon un gran problema a Chile. Los chilenos tendrán que construir la Ch, que ya existía en el alfabeto, pero seguirá siendo una situación muy difícil para los estudiantes de comienzo que-de hecho-se preguntarán por qué se le puso el nombre de Chile a su país, sin existir la palabra Ch.

Cientos de apellidos, como Chávez, Llaverías, Checo y Chamorro, serán severamente afectados por la medida  de las Academias de la Lengua Española. Se supone que si un idioma forma parte de una Constitución de la República, corresponde al Estado, a través del Congreso, conocer cualquier tipo de modificación que se le pretenda hacer.

En el caso de la doble LL, como se conoce, se crearán muchos problemas, como es la palabra lluvia. Si sólo existe la L en el alfabeto, habría que decir “luvia”.

Necesariamente, habrá que construir la palabra  doble LL, para que se pueda escribir o pronunciar lluvia. Pero si es para construirla, al igual que la Ch, ¿para qué eliminarla?

Como ya los señores de las Academias de la Lengua  pusieron de ejemplo el guión, que es un triptongo, suponemos que  las palabras que llevan diptongo, como María, haría y había, tampoco llevarán la tilde o acento. Ellos deberán aclarar ese concepto.

Se trata de una modificación al sistema gramatical del idioma español o el castellano, que no debe pasar por desapercibido. Lo peor del caso es que ya esos académicos ordenaron imprimir millares de libros, los cuales costarán, por unidad, la cantidad de 52  dólares con 80 centavos. En pesos dominicanos, el precio sería superior a los mil 800.

Y, de hecho, será el principal libro de texto, lo que indica que también será un castigo más para los padres de familia.

Si la intención fuese la mejoría del idioma, ¿por qué no comienzan a corregir los cientos de  errores que tiene nuestra gramática en materia de interpretaciones? A los señores de las Academias, puedo citarles muchos de esos errores.

Los madrileños pronuncian correctamente la palabra “pezcado”, porque el nombre de este animal se escribe con “z” al final.: (Pez). Pero el problema de diferencia está en que también se escribe pescado, con “s” intercalada. Esto es para poner un ejemplo.

La medida, que considero debe recibir la respuesta de los Estados, debe dejar establecido que los idiomas forman parte de cada uno de esos cuerpos legales y que la modificación a la llamada Carta Magna o madre de Leyes, es un asunto que sólo le  corresponde al Congreso Nacional de cada país.

-Continuaremos.

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