La explosión, que ha generado escenas dantescas en el centro de la ciudad portuaria, con cadáveres y heridos entre las construcciones destruidas, ha sido perpetrado frente a la Alcaldía y la Fiscalía.
Fuentes militares y gubernamentales han acusado a la milicia urbana Manuel Cepeda de las FARC del atentado, aunque la Fiscalía cuenta con otras dos hipótesis que apuntan al grupo paramilitar Los Rastrojos y a guerras entre narcotraficantes.
40 kilos de explosivos
Las primeras investigaciones han indicado que el vehículo, con 40 kilos de explosivos, ha sido activado al paso de un vehículo policial, por lo que un uniformado ha muerto y varios han resultado heridos.
El gobernador del departamento al que pertenece Buenaventura –el Valle del Cauca–, Juan Carlos Abadía, ha recordado que la ciudad ha registrado en los últimos dos años «una disminución importante en los indicadores de violencia», pero ha admitido que «hechos como éste son un traspié».
Abadía ha vinculado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con el atentado, al declarar que su objetivo era desestabilizar el proceso electoral que desembocará el 30 de mayo, cuando se celebrará la primera vuelta para designar al sucesor del presidente Álvaro Uribe.
Coincidencia con un anuncio de las FARC
El ataque de hoy, el más demoledor de los últimos años en Colombia, se ha producido además con un anuncio de la guerrilla en el que ha dicho que liberará este fin de semana a dos militares secuestrados y que entregará los restos mortales de un policía que falleció en cautiverio en el 2006.
De confirmarse la autoría de las FARC se complicaría la posibilidad de un acuerdo de canje de secuestrados por guerrilleros presos, que es lo que propondrá el grupo rebelde tras la liberación unilateral de los dos militares.