Asesinato de Bernardo Bravo Manríquez expone la crisis de extorsión y violencia en Michoacán
Morelia, Michoacán, — El empresario agrícola Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, fue hallado sin vida dentro de su vehículo en un camino rural de Michoacán, informaron las autoridades estatales.
Cinco días antes de su asesinato, Bravo había exigido en redes sociales “seguridad para trabajar nuestras tierras sin miedo”, denunciando las extorsiones que sufren los productores de limón por parte de grupos del crimen organizado.
Fiscalía de Michoacán investiga homicidio; dos personas detenidas
La Fiscalía General del Estado de Michoacán confirmó el lunes 20 de octubre el hallazgo del cuerpo del líder agrícola y anunció la apertura de una carpeta de investigación por homicidio.
El secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, informó posteriormente que dos personas fueron detenidas por su presunta implicación en el crimen. CNN busca más detalles sobre los arrestos.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum lamentó el asesinato y aseguró que “tiene que haber justicia”, mientras el fiscal estatal, Carlos Torres Piña, señaló que una de las líneas de investigación apunta a grupos dedicados a la extorsión en la región de Apatzingán.
Un crimen que refleja el riesgo de denunciar
Bravo Manríquez, reconocido por su liderazgo en el sector limonero, había advertido en múltiples ocasiones que los productores de Michoacán son víctimas de extorsiones sistemáticas, situación que, según expertos, se ha agravado en los últimos años.
“Le llegan a uno a su casa. ¿A quién denuncias, cómo? Te matan”, dijo Leonardo González Tafolla, director del Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán, quien conoció de cerca el trabajo del empresario.
El especialista explicó que los grupos criminales en Michoacán —entre ellos La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Cárteles Unidos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)— han diversificado sus actividades, pasando del narcotráfico a la extorsión y el cobro de piso.
Extorsión, un delito en aumento en México
El caso de Bravo Manríquez se suma a otros asesinatos de empresarios que denunciaron extorsiones, como los de Minerva Pérez, líder pesquera en Baja California, y Julio Almanza Armas, representante de la Federación de Cámaras de Comercio en Tamaulipas.
Datos oficiales indican que la extorsión creció 26% durante el primer año del gobierno de Claudia Sheinbaum, con 11.290 víctimas registradas.
Según el INEGI, este delito ocupa el tercer lugar nacional en incidencia, con una tasa de 5.971 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que más del 90% no se denuncia por miedo o desconfianza hacia las autoridades.
El Gobierno impulsa una nueva ley contra la extorsión
En respuesta al aumento de casos, la presidenta Sheinbaum presentó una iniciativa de Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Extorsión, que contempla penas de hasta 25 años de prisión y la posibilidad de denuncias anónimas mediante la línea 089.
“Con esta propuesta buscamos incentivar las denuncias y proteger a la ciudadanía”, explicó el Gobierno en el documento enviado al Congreso.
Sin embargo, el director del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas, advirtió que una nueva ley no resolverá el problema sin instituciones fuertes ni funcionarios incorruptibles.
“De poco sirve bloquear las llamadas en las cárceles si los funcionarios están coludidos con los delincuentes”, señaló.
Productores exigen seguridad en el campo michoacano
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Michoacán, David Luviano, afirmó que la situación de violencia ha dejado al campo “a merced del crimen organizado”.
“La vocación de nuestro estado es agrícola, pero el campo está abandonado. Los productores enfrentan cuotas, amenazas y violencia”, dijo.
Desde Apatzingán, González Tafolla lanzó un llamado urgente a las autoridades:
“El asesinato de un líder como Bravo Manríquez nos deja en total indefensión. Si matan a quienes alzan la voz, ¿quién será el siguiente en la lista?”.
Un símbolo de la lucha por la seguridad rural
El homicidio de Bernardo Bravo Manríquez ha reavivado el debate sobre la violencia en Michoacán y la falta de protección a los productores agrícolas.
Su último mensaje, publicado en redes sociales, resume el reclamo de todo un sector:
“Seguridad para trabajar nuestras tierras sin miedo”.

