¿Beber más café podría reducir las probabilidades de diabetes?
Beber más café podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2, sugiere un nuevo estudio de gran tamaño de EE. UU.
Las personas que aumentaron su consumo de café en más de una taza durante cuatro años redujeron su riesgo de diabetes, mientras que los adultos que bebían menos café en ese periodo experimentaron un aumento en las probabilidades de diabetes, halló el estudio de más de 123,000 adultos.
«Parece que hay una relación que responde a la dosis entre aumentar el consumo de café y un riesgo más bajo de diabetes», comentó el investigador líder, el Dr. Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard.
«Básicamente, cuanto más café, menor es el riesgo de diabetes», señaló Hu. «Las personas que beben de tres a cinco tazas de café al día disfrutaron de una reducción significativa en el riesgo de diabetes tipo 2».
Sin embargo, las personas pueden beber demasiado café, sobre todo las que no responden bien a la cafeína, advirtió Hu. La cafeína, un estimulante, puede mantener a algunas personas despiertas, y también puede hacer que el corazón se acelere.
«Es difícil precisar qué componentes del café podrían contribuir a un menor riesgo de diabetes tipo 2», dijo Hu. «La opinión actual es que la responsabilidad de un riesgo más bajo de contraer diabetes la tiene la combinación de antioxidantes y otros nutrientes en el café».
El estudio, que aparece en la edición en línea del 24 de abril de la revista Diabetologia, muestra una asociación entre más café y un menor riesgo de diabetes, pero no puede establecer que lo uno cause lo otro, comentó Hu. Pero experimentos en humanos y un pequeño ensayo con humanos sí halló una relación causal entre el café y una menor resistencia a la insulina, apuntó. La resistencia a la insulina es una señal de advertencia de la diabetes.
El café puede formar parte de una dieta saludable, pero las personas no deben considerarlo como una forma de prevenir la diabetes tipo 2, sentenció Hu. «Las personas deben seguir vigilando su peso y ser físicamente activas», añadió.
Como Hu, otros expertos aún no están preparados para aconsejar a los pacientes que aumenten su consumo de café.
«A partir del estudio, parece que el café puede proteger a al menos algunas poblaciones de contraer diabetes tipo 2», dijo el Dr. Joel Zonszein, director del Centro Clínico de la Diabetes del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York.
«Pero, al igual que con todo, el mensaje no es que beber café previene la diabetes, sino equilibrar todos los buenos elementos de la vida para que puedan ser usados y consumidos con moderación», planteó.
El Dr. Spyros Mezitis, endocrinólogo del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, dijo que una limitante del estudio es que todos los datos fueron reportados por los mismos participantes.
«No se sabe si dijeron la verdad», lamentó.
Además, perder peso y hacer ejercicio son formas más efectivas de reducir el riesgo de diabetes que beber café, agregó Mezitis.
«No recomiendo que nadie beba café para prevenir la diabetes», dijo.
Para el estudio, el equipo de Hu recolectó datos de tres importantes estudios de EE. UU.: el Estudio de salud de las enfermeras de 1986 a 2006 y de 1991 a 2007, y el Estudio de seguimiento de profesionales de la salud de 1986 a 2006.
Los participantes de los estudios completaron cuestionarios cada cuatro años, que incluían su ingesta de café y té. En general, se reportaron 7,269 casos de diabetes tipo 2.
Los investigadores calcularon que las personas que aumentaron su consumo de café en un más de una taza al día durante cuatro años redujeron el riesgo de contraer diabetes tipo 2 en los cuatro años siguientes en un once por ciento, en comparación con las que no aumentaron su ingesta diaria de café.
Pero las personas que bebieron al menos una taza menos de café o más al día durante los cuatro años tenían un riesgo un 17 por ciento más alto de diabetes en los cuatro años posteriores, señalaron los investigadores.
El grupo de Hu definió una taza de café como 8 onzas (24 centilitros) de café, negro o con una cantidad pequeña de leche y/o azúcar. Beber café cargado de azúcar o crema podría aminorar cualquier beneficio que el café podría tener en la reducción del riesgo de diabetes, advirtió Hu.
Los hallazgos solo aplicaron al café con cafeína. El café y el té descafeinados no se asociaron con cambios en el riesgo de diabetes tipo 2, dijeron los investigadores.
La Dra. Alyson Myers, endocrinóloga del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York, dijo que el café por sí mismo podría no explicar el riesgo reducido de diabetes.
«No está claro si la taza adicional de café podría hacer que estos pacientes coman menos, ya que quizá se sientan llenos antes», planteó.
Myers anotó que el estudio contó con profesionales de la atención de la salud, por lo que los resultados quizá no reflejen la población completa. El estudio tampoco abordó la actividad física. «Quizá los que bebían café con cafeína tenían la energía para hacer más ejercicio», comentó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare