En una reunión con un pequeño grupo de víctimas después de una misa durante su visita de dos días a la isla mediterránea, el Pontífice dijo estar «profundamente conmovido por sus historias y expresó su vergüenza y pena», dijo a periodistas el portavoz del Vaticano reverendo Federico Lombardi.
«Rezó con ellos y les aseguró que la Iglesia está haciendo, y continuará haciendo, todo lo que está en su poder para investigar las acusaciones, a fin de llevar ante la justicia a los responsables de abusos y aplicar medidas efectivas para proteger a los jóvenes en el futuro», declaró Lombardi.
