Camino aboga por creación cultura de respeto
SANTIAGO.- El semanario Camino atribuyó a la falta de creación en el país de una cultura de respeto hacia las normas establecidas, el hecho de que la ciudadanía a cada momento viole leyes y normas elementales.
En su editorial correspondiente a este domingo, titulado “Doble conducta”, el rotativo del Arzobispado de Santiago se queja de que esa conducta se observa en muchas actuaciones.
“La vemos en el irrespeto a la luz roja del semáforo, el lanzamiento de papeles y desperdicios en la vía pública, la música alta en los colmadones y residenciales, sin importar la paz de los vecinos”, indica el editorial.
Y agrega que otro aspecto del irrespeto ciudadano consiste en utilizar las aceras para instalar cualquier tipo de negocio, aunque los peatones corran el riesgo de ser atropellados al tener que transitar por la calle.
“Nos hemos ido acostumbrando a mirar estos hechos como algo normal, y de esa misma manera nos alejamos cada vez más del orden y el civismo, elementos esenciales para alcanzar una convivencia armoniosa”, agrega.
Camino atribuye la situación a la falta de una cultura de respeto hacia las normas establecidas, y que existan sanciones para los que las violen, al tiempo de abogar porque la presentación de una tarjeta de un funcionario encumbrado o la llamada a un superior uniformado “no suplante la sanción merecida al ciudadano que ha cometido la falta”.
Recuerda que las naciones que han crecido y muestran altos niveles de vida es fruto de muchos años de educación permanente “en donde las instituciones están por encima de los caprichos y ambiciones de quienes se creen herederos de privilegios permanentes en la sociedad corrompida que han creado”.
El vocero escrito de la Iglesia católica en esta localidad considera que, frente a este panorama de estructuras que define como “enfermas”, no debe haber espacios para llantos y lamentos.
Dice que se debe aportar para sentar las bases de un nuevo país y recomiendo comenzar desde la familia respetando cada uno de sus miembros las normas establecidas. “Aprendamos a ser fieles a las tareas pequeñas y así nos iremos capacitando para las metas más difíciles”, concluye.
