
Marranzini apunta que ser industrial en República Dominicana es altamente difícil, debido a los inconvenientes y las trabas.
El ex presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada reconoce que aquí han mejorado muchas cosas, pero todavía falta mucho terreno por recorrer.
Indica que hay permisos que tardan hasta dos años y situaciones de bloqueo, el problema de los servicios y el alto costo de la seguridad social, que dificultan las actividades del sector industrial.
Agrega que hay funcionarios que constituyen un dolor de cabeza para el sector industrial, que son reacios hasta para recibir una llamada.
Recordó que el presidente Danilo Medina ha dicho que tiene la decisión firme de apoyar el sector industrial.
Observa que cada año en el sector se pierde un 1% por ciento del Producto Interno Bruto, pero sigue siendo el que más empleo aporta y el que paga más impuestos.
Marranzini aceptó que desgraciadamente las condiciones no están dadas para que el sector industrial crezca como se aspira a todos los niveles, por lo que se requiere que el Estado se convierta en un verdadero socio para aumentar la competitividad.
