• 25 abril, 2024

Condenan a 25 años un taxista dominicano extraditado por asesinato de su mujer en 1993

De Miguel Cruz Tejada

condenan-a-25-anos-un-taxista-dominicano-extraditado-por-asesinato-de-su-mujer-en-1993.jpgNUEVA YORK,- Angel Guridy Cabral, un taxista dominicano convicto por el asesinato de su mujer, Altagracia Valdez en 1993 fue sentenciado a 25 años en la cárcel en la Corte Criminal de El Bronx, después que fuera extraditado desde la República Dominicana, donde huyó en 1996.

Guridy Cabral, era sospechoso también  de haber matado a otra mujer y varios crímenes graves, pero gracias al Tratado de Extradición entre Estados Unidos y la República Dominicana que data de 1909, sólo pudo ser acusado y procesado por el homicidio de Valdez.

La familia de la víctima, se mostró inconforme con la condena, considerándola benévola. El taxista, fue traído de vuelta a Nueva York en el 2012, gracias a las investigaciones de la Unidad de Casos Fríos (Cold Cases) de la policía de la ciudad.

Se le achaca, haber violado una adolescente de 15 años en 1995 y que regresaba de una fiesta, quien abordó el taxi que conducía Guridy Cabral. Las muestras tomadas lograron conectarlo con la violación de la menor, según la fiscalía.

Esa víctima, también estuvo en la audiencia en la que el taxista fue condenado. Otra víctima, presuntamente asesinada por Guridy, fue Ramona Pelegrino.

«Siempre hemos creído que fue él quien la mató, porque le debía dinero a mi esposa, que ella le había entregado de una sociedad (san) y la había amenazado varias veces», dijo el señor Arturo Pelgerino.

«Le robó y la asesinó de forma parecida a como mató a Altagracia Valdez», añadió Pelegrino.

El fiscal adjunto, Thomas Kapp, dijo durante la imposición de la condena al taxista, que Valdez era una mujer que estaba en sus 20 años de edad, tenía un hijo de apenas varios meses y se acababa de mudar al apartamento, donde el sentenciado la asesinó.

Según el expediente, antes de matarla, Guridy Cabral la violó, por lo que la prueba de ADN encontró su semen en los restos de la víctima.

La apuñaló varias veces y la dejó desangrarse, lo que ocurrió en minutos, dijo el fiscal Kapp dramáticamente.

La fiscalía pidió la pena máxima y Kapp, señaló que el condenado, sigue negando el crimen, lo que hizo también cuando fue interrogado por los investigadores de la policía.

El taxista, dijo incluso, que nunca había visto a la mujer que asesinó.

En el momento del homicidio, ella estaba en compañía de su hijo José Colón Junior, que fue hallado por la policía «bañado» en la sangre de su madre, pero no fue tocado por el asesino.

Siendo ya adulto, el hijo de la dominicana, estuvo en la lectura de la sentencia en la corte y leyó una declaración en la que dijo que su vida cambió por completo, después del asesinato de su madre.

«Cuando tenía 12 años, mi vida cambió, porque la vida que tenía se terminó», dijo el joven. «Mi abuelo me dijo que la mujer que yo creía era mi madre, se mi vuela».

Añadió que le hubiera gustado saber qué tipo de mamá, hubiese sido su madre con él. «Gracias a Dios, que tengo a mis abuelos».

El sentenciado, no quiso hacer ninguna declaración ni mostró signos de arrepentimiento.

El juez Martin Marcus, sostuvo que al igual que los jurados, había encontrado suficiente evidencia del crimen brutal cometido por Guridy Cabral contra la mujer.

«Usted, la acuchilló cinco veces en el cuello y otras tantas en los brazos y las manos, que revelan la lucha que ella mantuvo para preservar la vida», expresó el magistrado antes de condenar al taxista dominicano.

«Para hacer más terrible, ese crimen, usted la asesinó delante del hijo que tenía sólo siete meses de edad», precisó el juez Marcus.

El abogado del taxista, Milton Flores, sometió una moción pidiendo la anulación del veredicto de los jurados y que fue contundentemente rechazada por el juez y los fiscales. El jurista alegó «insuficiencia de pruebas».

LA FAMILIA DE LA VICTIMA

Yolanda Amparo, madre de la muerta, acompañada por otros parientes, dijo que 25 años en la cárcel son pocos para el asesino, «porque ella está muerta y esa condene no la va a revivir».

Yolanda Llanos, hermana de Valdez y con la que la víctima vivía hasta que pudo mudarse a otro apartamento, señaló que el taxista salía con la víctima y el día que la mató fue a buscarla a la casa.

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