Consejo de Seguridad de la ONU analizará situación en Siria tras derrocamiento de Assad
Voz de América – Redacción
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará el lunes conversaciones a puerta cerrada sobre la situación en Siria, tras el rápido avance de los rebeldes que derrocaron al presidente Bashar al-Assad.
Rusia, que proporcionó asistencia militar a Assad durante la guerra civil siria de casi 14 años, solicitó la sesión del Consejo de Seguridad para discutir los acontecimientos, incluidas las posibles implicaciones para la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en los Altos del Golán.
Las tropas israelíes se desplegaron el domingo en la zona de amortiguación vigilada por la ONU en los Altos del Golán, y el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que la medida era necesaria para proteger a los ciudadanos de su país después de que las fuerzas sirias abandonaran sus posiciones.
El lunes quedaban muchas preguntas aún sin contestar sobre quién dirigirá Siria y cómo el país intentará recuperarse después de años de guerra y casi cinco décadas bajo el gobierno de la familia Assad.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo en un comunicado el domingo por la noche que Estados Unidos “seguirá de cerca los acontecimientos a medida que se desarrollen y se relacionará con nuestros socios en la región”.
“Estados Unidos apoya firmemente una transición pacífica del poder a un gobierno sirio responsable a través de un proceso inclusivo dirigido por los sirios”, dijo Blinken. “Durante este período de transición, el pueblo sirio tiene todo el derecho a exigir la preservación de las instituciones estatales, la reanudación de los servicios clave y la protección de las comunidades vulnerables”.
Blinken dijo que Estados Unidos apoyará los esfuerzos internacionales para responsabilizar a Assad y otros por los abusos contra el pueblo sirio y la detención de civiles como el periodista estadounidense Austin Tice.
Assad fue acusado de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante la guerra civil del país, incluido un ataque con armas químicas en 2013 en las afueras de Damasco.
Más de medio millón de sirios murieron en la guerra, y el conflicto desplazó al menos a la mitad de la población del país antes de la guerra, de 22 millones de personas.
La caída de Assad provocó que multitudes se reunieran y celebraran en Damasco y otros lugares.
Los rebeldes abrieron las cárceles donde el gobierno de Assad retenía a miles de personas como parte de su ofensiva contra el levantamiento que comenzó en 2011 contra su gobierno.
El lunes, la atención siguió centrada en la prisión de Saydnaya, en las afueras de Damasco, donde la organización de rescate Cascos Blancos dijo que había desplegado equipos para buscar posibles celdas subterráneas ocultas donde aún pudiera haber personas detenidas.
Las agencias de noticias rusas dijeron el domingo que Assad y su familia llegaron a Moscú y recibieron asilo en Rusia.
La caída de Assad fue sorprendentemente rápida, y los rebeldes capturaron las ciudades de Alepo, Hama y Homs en cuestión de días, mientras el ejército sirio acababa con toda oposición. Los rebeldes están liderados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que tiene sus orígenes en Al Qaeda y es considerado una organización terrorista por Estados Unidos y las Naciones Unidas.
Abu Mohammed al-Golani lidera el HTS y podría trazar la dirección inmediata del país. Es un excomandante de Al Qaeda que cortó lazos con el grupo hace años y dice que abraza el pluralismo y la tolerancia religiosa.
Pero hay divisiones amargas en el país. Los combatientes de la oposición respaldados por Turquía están luchando contra las fuerzas kurdas aliadas de Estados Unidos en el norte, y el grupo Estado Islámico sigue activo en algunas áreas remotas.