Por Ramón Mercedes
El abuelo y otro hermano del víctimario pudieron escapar ilesos de la casa, informó el fiscal del condado, Christopher J. Gramiccioni.
Las familias dominicanas que viven cerca de donde ocurrió el hecho, en la casa número 635 de la calle Wall en Long Branch, Nueva Jersey, distante a 46 kilómetros de Manhattan, tienen los apellidos Hernández, Suárez, Melitón, Abreu y Bretón, entre otros.
Las autoridades desconocen los motivos que indujeron al jovencito a cometer el patricidio-matricidio, asegurando a la vez que todos murieron en el acto. El homicida fue apresado.
Debido a la gravedad de la ofensa, el fiscal podría eximir al joven del tribunal de menores y juzgarlo como adulto. Este martes comparecerá ante un juez.
«El arma era legal y estaba registrada a nombre del papá del asesino», dijo.
