• 25 noviembre, 2024

Cuando las madres se hacen activas, los niños las siguen

cuando-las-madres-se-hacen-activas-los-ninos-las-siguen.jpg¿Quiere que sus hijos pequeños sean activos? Un estudio reciente sugiere que las madres podrían ser la clave: los niños en edad preescolar con madres más activas parecen ser más propensos a ser activos.

La investigación no confirma que la actividad física que realizan las madres afecte directamente a hasta qué punto caminan o corren sus hijos. Y los hallazgos no dicen nada sobre el papel de los padres.

Aun así, el estudio aporta evidencias de que se debería animar a las madres a que se muevan, dijo la autora principal, Esther van Sluijs, líder de grupo en Unidad Epidemiológica de MRC y del Centro para la Investigación sobre la Dieta y la Actividad, de la Facultad de Medicina Clínica de la Universidad de Cambridge, Inglaterra.

«Si se puede animar a que las madres y los niños sean activos o a que incorporen la actividad en sus tareas cotidianas para que pasen más tiempo moviéndose, es probable que los niveles de actividad de ambos aumenten», señaló. «A su vez, esto es probable que reporte beneficios para la salud de ambos».

Los investigadores empezaron su estudio como continuación de otra investigación sobre cómo la actividad física de las madres y sus hijos pequeños están conectadas, explicó van Sluijs.

Según la investigadora, los progenitores parecen afectar a la actividad física de sus hijos pequeños de tres modos: siendo un ejemplo, ayudando a los niños a ser activos (por ejemplo, llevándolos al parque) y siendo activos con ellos. «Se piensa que los 3 aspectos son importantes», comentó van Sluijs, «pero en general no está claro cómo se relacionan directamente la actividad física de la madre y de su hijo pequeño».

En el estudio, los investigadores usaron dispositivos llamados acelerómetros para realizar un seguimiento de hasta 7 días a 554 niños de 4 años de edad y a sus madres. «Cuanto más activa fue la madre, más activo fue su hijo», indicó van Sluijs.

En concreto, por cada minuto de actividad de moderada a intensa que realizó la madre, su hijo tenía más probabilidades de hacer un 10 por ciento o más de un nivel similar de actividad. Esos minutos adicionales se suman a lo largo del tiempo, señalaron los investigadores.

¿Significa eso que las madres activas hacen que sus hijos pequeños sean más activos o al revés? ¿O podría ser que otro factor, como la genética o el lugar donde viven las familias, afecte al nivel de actividad física tanto de la madre como del niño? No está claro.

Pero «es probable que la actividad de uno de los dos influya en la actividad del otro», dijo van Sluijs.

La investigación es relevante porque «una mejor comprensión de los patrones de actividad de los niños en edad preescolar puede dar información sobre las maneras en que realizamos la prevención y la intervención», indicó Bernard Fuemmeler, profesor asociado y codirector del mHealth@Duke del Centro Médico de la Universidad de Duke, que explora el uso de la tecnología para mejorar la salud. Fuemmeler no participó en el estudio.

Otra experta se centró en la cuestión de los padres y en qué papel podrían tener.

«Se trata de una gran pregunta que aquí no se aborda», comentó Leann Birch, profesora en el departamento de alimentos y nutrición de la Universidad de Georgia que estudia a los niños y la obesidad. Pero, dijo, la investigación sobre la crianza sugiere que los padres tienden a jugar de manera más alborotada y más activa con los niños que las madres.

Además, añadió, «algunos de nuestros propios trabajos mostraron que la actividad de la que informaron los papás era más importante que la de las madres para la predicción de la actividad de las hijas, sobre todo en los deportes organizados durante el final de la infancia».

Con respecto a futuros estudios, la autora principal van Sluijs dijo que los investigadores esperan investigar si el vínculo entre la actividad física de la madre y de los niños cambia cuando los niños crecen. También quiere estudiar «maneras de poner en marcha a la familia y ayudar a los padres para que cambien de forma efectiva sus propias conductas de salud», indicó.

El estudio aparece en línea el 24 de marzo y en la edición impresa de abril de la revista Pediatrics.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare.

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