• 26 abril, 2024

Cuentos Sociales

Marcos Sánchez

«El pago de la Luz»

Irónicamente un relato de esta naturaleza no podría jamás ser obviado dado el hecho de que nos es inherente a todos los dominicanos nacidos, criados y residentes en este bello y único país que por más que se ha hablado y criticado, se le extraña astronómicamente cuando se está lejos de él.

Un problema que parece no tener fin, es el eterno caso de la energía eléctrica.

Todo el mundo sabe que la situación se resuelve educando a los usuarios y descartada la idea desde hace muchos años que se trataba de un asunto de distribución o generación.

Una vez alguien se conecta ilegalmente, es difícil convencerle que pague el servicio.

Desde una edad temprana siempre nos ha gustado buscar la manera diligente en resolver situaciones y así evitarnos múltiples malos ratos.

Una de las acciones que siempre hemos detestado es hacer fila. Todo tipo de fila: para comer, canjear un cheque y/o depositar y la peor de todas, pagar por un servicio básico, en este caso, la popularmente llamada “luz”…

-“Yo no sé cómo e’que tan la cosa en ete paí. Eta vaina siempre ta’llena de gente pagando el jodío selvicio ete de lú”, me aborda un conversador señor

-“Sí. Fíjese que hay mucha gente que paga de verdad”

-“¡Yo no sé pa’qué!. ¡Aquí uté tiene que pagá la suya y la de to’lo vivo que se pegan de uté!. ¡Hablan pendejá de que van a resolvé y pasan mil año y na’!”

-“Bueno por lo menos usted goza siempre de su servicio. Lo digo porque se nota que siempre paga a tiempo”

-“Ay mijo jejejeje. ¿Pagá a tiempo?. Ete negocio e’redondo pa’to’ello’. ¡Si uté no paga ante del famoso ventiocho se alma la del mimísimo diablo mi helmano!”

-“Mire, no quisiera llevarle la contraria, pero una gran parte de la culpa la tenemos nosotros los usuarios. La gente no quiere educarse”

-“¿Y tu cree que e’asunto de educación?. ¿Cómo se resuelve eta vaina?. ¿Diciéndole a la gente que use na’má do’ bombillito en su rancho?”

-“Precisamente a eso me refería. La mayor cantidad de energía utilizada radica en el uso indiscriminado de los efectos electrónicos que regulan la temperatura. Los bombillos es una parte complementaria, pero no tan significativa”

-“¿Y que tú sugiere en ese sentido?. Ete e’un paí donde la calol mata a uno to’el año”

-“Usar adecuadamente el acondicionador de aire. Verificar en su factura su cargo fijo por consumo y de ahí, usted regula el uso de los efectos electrónicos y en el caso de los bombillos, hacerse de los de bajo consumo”

-“Bueno mijo si uté no tuviera en la fila, le dijera que uté trabaja pa’eta gente. Uté suena convincente”

-“Es la realidad señor. Hay gente que deja iluminada su casa toda la noche y parte del día. Usan el microondas a más no poder o quizás la tostadora, plancha, un blower a todo dar o dejan la puerta de la nevera abierta”

-“Jejeje qué comico e’uté jejeje. Uté quiere decí que hata hay que controlá el abrí y cerrá la puelta de la nevera jejejeje”

-“Cuando más consumo hay en cuando se abre la puerta. No sé si se ha fijado que se enciende el bombillo que da luz al interior de la misma. Amén de eso, al abrir la puerta se registra el consumo”

-“¡Mire como son la vaina de la vida!. No sabía ese dato. Una pregunta fuera de juego amiguito…”, me mira de arriba hacia abajo.

-“Si, por supuesto. Dígame”

-“¿Pol qué uté no tiene el ticket de tulno con eta fila de aquí a Nagua?”

-“En realidad no vine a pagar la luz señor. Vine a brindar un servicio pedagógico”

-“¿Uté da clase?”

-“De Inglés señor. A sus órdenes”

-“¡Mire qué bien!. Mi hijo lo tengo en eso”

-“Si, lo sé su hijo fue mi alumno hace ya un tiempo”

-“¿Ah, si?. Mire que chiquito e’el mundo”

-“Si. Me detuve aquí a esperar que llegara la persona a quien espero y al verlo exaltado, decidí sentarme a su lado y así conversar”

-“Te lo agradeco mijo. Ecúsame por mi conduta, pero tu sabe cómo se pone uno a vece”

-“No se preocupe. Ahora si me disculpa, debo dejarle pues acaba de llegar la persona por quien esperaba”

Me retiro a dar mis clases y al finalizar, salgo del sitio y casualmente me encuentro al señor en las afueras de las instalaciones:

-“¡Profesol!”

-“¡Hola otra vez!. ¿Llegó a pagar?”

-“¡No que va!. ¡Esa gente me querían engañá con un lío de fecha en la fatura!. Mira a vé y chequéame pol favol”

-“Señor, la fecha que dice su factura en realidad tiene un mes exacto para el pago de la misma. Usted en está pagando un servicio que ya le brindaron y tiene todo un mes para pagar el siguiente”

-“¿Seguro que uté no trabaja con eta gente?”
Mientras sigamos manteniendo esa postura ante las cosas que nos presenta la vida, será difícil ver un cambio. Necesitamos educarnos en muchos aspectos y fuera de creernos que nos las sabemos todas, preguntemos que no nos cuesta nada.

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