Cultura Viva

Por Lincoln lópez

JUAN BOSCH  1963-1973

La Guerra de Abril de 1965 iniciada el día 24, y finalizada en septiembre de 1965 con la firma, el día 3, del Acta de Reconciliación Nacional,  tiene una figura central: Juan Bosch, puesto que el levantamiento popular, cívico-militar tuvo como propósito su retorno a la Presidencia de la República, interrumpida por el Golpe de Estado de 1963.

Rara vez los hechos políticos se producen enteramente aislados. Casi siempre tienen una relación de causalidad. Sus causas pueden ser internas o externas. Aunque pueden encontrarse con cualquier  ingrediente casual de tal o cual envergadura.

Elementos internos, en el caso particular de Bosch,  se pueden citar: su pensamiento liberal, su integridad, su pulcra gestión gubernativa acompañada de profundas transformaciones, contrastaba con la estructura trujillista casi intacta, sectores conservadores religiosos y económicos, Como elementos externos hay que referirse principalmente, la acción militar de Cantave en Sierra Prieta (territorio dominicano), la determinación política de Estados Unidos y al triunfo revolucionario y guerrillero de Fidel Castro en Cuba.

En los años 60 empezaron a multiplicarse las guerrillas en América Latina convencidas que podían llegar al poder. Y esas acciones, provocaron una reacción.

El historiador Virgilio R. Beltrán nos ofrece algunas elocuentes cifras que abarcan antes y después de 1960: Bolivia es el país con más golpes de estado con 56. Guatemala con 36. Perú con 31, Ecuador con 23 y Haití con 16 asonadas.  Por su parte, el escritor Modesto Emilio Guerrero apunta que “en la década de los 60 Argentina conoció 30 golpes de estado, incluyendo las llamadas “renuncias” que alguien las definió como “golpes fríos”.  Más cerca geográficamente: en Surinam, Jamaica. Guyana, Grenada y Trinidad-Tobago “se dieron, unos 15 cuartelazos para voltear regímenes  democráticos”. Los autores contabilizaron más de 300 golpes de estado, todos en el siglo xx, tronchando en América ideales y vidas de centenares de latinoamericanos.

En ese contexto interno y externo, Juan Bosch desterrado en Puerto Rico, empieza su labor política por medio de contactos directos e indirectos con civiles y militares que desemboca un 24 abril de 1965. El 28 desembarcan los norteamericanos  con más de 42 hombres bajo las armas con el propósito de impedir no la vuelta a la constitucionalidad, sino la de Juan Bosch, igual sucedió con la mayoría absoluta de los líderes liberales de América Latina, derrocados en circunstancias similares.

Luego que le hacen al país “un traje a la medida” del que paga e impone las reglas.  Juan Bosch empieza un proceso nuevo de reflexión y de evolución política plasmado en obras desde 1964: “Crisis de la Democracia de América en República Dominicana, “Pentagonismo, sustituto del imperialismo”, “Dictadura con respaldo popular”, “De Cristóbal Colón a Fidel Castro”, “Breve historia de la oligarquía”  hasta

1970 con  “Composición Social Dominicana”.  Ellas y su nueva organización constituyen su más esencial legado político.

En 1973 junto a un reducido grupo de sus seguidores funda y desarrolla el Partido de la Liberación Dominicana que lo catapulta a un cimero lugar en la política dominicana y mundial.