Un dominicano que fumaba marihuana alega mató hombre en defensa propia
Miugel Cruz Tejada
NUEVA YORK,- Mael Vásquez, un dominicano de 20 años de edad, implicado en la muerte de un hombre en Central Falls (Rhode Island), alega que disparó contra el intruso en defensa propia, cuando estaba fumando marihuana y la víctima entró al sótano, golpeándolo con un objeto contundente en la cabeza.
Los policías llegaron a la casa respondiendo llamadas al 911 y desde que Vásquez vio a los oficiales, les gritó “¡le disparé, le disparé”.
Pero si es acusado o no de asesinato, dependerá de la decisión de un Gran Jurado que investigará las circunstancias de la muerte de Maurice Botelho de 43 años de edad, de quien se cree era de origen brasileño.
Vásquez, estaba en la casa número 4 de la calle King en Central Falls el sábado, cuando Botelho, supuestamente entró subrepticiamente y lo atacó, según le relató a la policía.
Por ahora, es acusado de posesión ilegal de un arma de fuego, que la policía dijo fue robada.
Vásquez dijo a la policía que había estado solo en el sótano, fumando marihuana, cuando escuchó pasos en las escaleras alrededor de la 1:30 de la madrugada del domingo, dijo el fiscal.
Vásquez le dijo a la policía que le gritó preguntándole a la víctima, quién era. La respuesta llegó cuando Botelho, supuestamente lanzó algo duro a su cabeza.
Vásquez respondió sacando el arma y disparando al hombre. Luego llamó al 911.
Parecía una clásica situación de la “Doctrina del Castillo”, dijo su abogado defensor Robert Marro. “Si no fuera por el arma, Vásquez podría no estar vivo”, señaló el jurista.
Eso será determinado por el Gran Jurado, dijo el juez Joseph Ippolito Junior.
“Mientras tanto, no sólo tenemos una aversión en Rhode Island a las personas que han robado armas de fuego, tenemos una fuerte aversión a las personas que tienen armas de fuego mientras fuman marihuana”, agregó el magistrado.
El magistrado estableció una fianza de $20.000 de dólares a Vásquez, que se enfrenta a hasta 15 años en la cárcel si es condenado por el cargo de posesión de un arma robada.
