La administración del expresidente Donald Trump amplió desde este lunes su capacidad de actuar contra el gobierno de Nicolás Maduro, luego de que Washington designara oficialmente al llamado “Cartel de los Soles” como organización terrorista extranjera (FTO). La medida incrementa las herramientas legales de Estados Unidos para imponer sanciones más severas contra los activos y la infraestructura vinculada al gobierno venezolano, aunque no autoriza explícitamente el uso de fuerza letal, según expertos legales.
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El término “Cartel de los Soles” se ha utilizado durante años para describir presuntas redes de narcotráfico operadas por funcionarios venezolanos, especialmente dentro de las fuerzas armadas. Sin embargo, analistas han señalado que se trata de una estructura descentralizada, más asociada a corrupción interna que a un cártel tradicional. Tanto Maduro como su gobierno han negado reiteradamente la existencia de la organización.
Mayor presión militar en la región
La designación llega en un momento de creciente tensión. Las fuerzas armadas de EE.UU. mantienen más de una docena de buques de guerra y unos 15.000 soldados desplegados en el Caribe como parte de la “Operación Lanza del Sur”, una campaña enfocada en combatir el narcotráfico. En el marco de estas operaciones, personal militar estadounidense ha llevado a cabo ataques que han dejado decenas de muertos.
Funcionarios de alto rango informaron al entonces presidente Trump sobre posibles escenarios de acción en Venezuela, que incluyen ataques limitados a infraestructuras militares o gubernamentales e incursiones de operaciones especiales. La alternativa de no intervenir militarmente también permanece sobre la mesa.
Una opinión pública dividida
A pesar del incremento de la presión, la mayoría de los estadounidenses rechazan una intervención directa. Una encuesta de CBS News/YouGov reveló que el 70 % de los ciudadanos se opone a que Estados Unidos emprenda acciones militares en Venezuela. Además, el 76 % asegura que la Casa Blanca no ha comunicado con claridad su postura sobre un eventual conflicto.
Mientras tanto, la administración Trump insiste en que su prioridad es combatir el tráfico ilegal de migrantes y drogas. No obstante, funcionarios reconocen que un cambio de régimen podría ser un resultado indirecto de esas acciones. Trump incluso insinuó estar dispuesto a dialogar con Maduro, afirmando que el mandatario venezolano “quisiera hablar” y que él estaría abierto a hacerlo “en un momento determinado”.
Escalada en el plano aéreo
La tensión diplomática ha coincidido con uno de los mayores despliegues aéreos estadounidenses cerca de Venezuela. Una revisión de datos de vuelo realizada por CNN mostró que al menos seis aeronaves militares, entre ellas un caza F/A-18E, un bombardero B-52 y un avión de reconocimiento, sobrevolaron la zona el jueves.
Adicionalmente, tres aerolíneas internacionales cancelaron vuelos hacia Venezuela durante el fin de semana, luego de que la Administración Federal de Aviación (FAA) emitiera una alerta sobre una “situación potencialmente peligrosa” en el espacio aéreo venezolano.
