EE.UU. elimina oficinas contra la desinformación para «restaurar la libertad de expresión»
En un paso significativo hacia la protección de la libertad de expresión en Estados Unidos, el Departamento de Estado anunció el cierre de todas las estructuras gubernamentales destinadas a combatir la «manipulación informativa extranjera», creadas bajo la administración de Joe Biden.
Washington pone fin a marcos considerados como instrumentos de censura
Según un comunicado oficial publicado este miércoles, el gobierno estadounidense ha desmantelado todos los marcos y herramientas utilizados para combatir la desinformación extranjera, argumentando que se habían transformado en mecanismos de censura política.
«El marco, lanzado inicialmente por el Centro de Participación Global (GEC), terminó convirtiéndose en una herramienta de censura en lugar de proteger a los estadounidenses de propaganda extranjera», declaró el Departamento de Estado.
El comunicado también recuerda que el pasado 16 de abril, el secretario de Estado Marco Rubio ordenó el cierre definitivo de la Oficina contra la Manipulación e Interferencia de Información Extranjera, anteriormente conocida como GEC.
Cierre alineado con orden ejecutiva de Trump sobre libertad de expresión
El Departamento de Estado subrayó que esta medida está alineada con la orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump el 20 de enero, titulada «Sobre la restauración de la libertad de expresión y el fin de la censura federal». Esta orden prohíbe la censura por parte del Gobierno federal y busca garantizar el libre intercambio de ideas entre los ciudadanos.
«A través de la libre expresión, EE.UU. enfrentará la auténtica propaganda maligna extranjera mientras protege el derecho de los estadounidenses a expresarse libremente», concluye el comunicado.
Críticas a la Oficina cerrada: censura y manipulación
Durante la presidencia de Joe Biden, la oficina ahora cerrada fue acusada de censurar voces estadounidenses mientras publicaba informes señalando a países como Rusia y China por supuestas campañas de desinformación en América Latina y África.
El empresario Elon Musk, en 2023, calificó a esta oficina como el «mayor infractor de la censura y la manipulación mediática del Gobierno estadounidense» y la consideró una «amenaza para la democracia«.

