El supuesto secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, habría aprobado una nueva política migratoria que restringe la entrega de visas a personas con enfermedades crónicas como obesidad, diabetes o cáncer. Según informó The Washington Post, la medida busca evitar que quienes ingresen al país se conviertan en una posible carga financiera para los contribuyentes.
Un comunicado enviado a embajadas y consulados estadounidenses señala que la salud del solicitante será un factor clave en la evaluación. Enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas, neurológicas, cáncer, diabetes y trastornos mentales podrían requerir tratamientos cuyo costo alcance cientos de miles de dólares, por lo que entrarían dentro del criterio de “carga pública”, una norma que permite negar visas a personas que podrían depender de la asistencia estatal.
Nuevos criterios migratorios y evaluación del costo médico
La directiva también amplía otros factores para determinar la elegibilidad: haber superado la edad de jubilación, el número de dependientes —como hijos o padres mayores— y si estos presentan discapacidades o necesidades especiales.
Los consulados deberán evaluar no solo el estado médico del solicitante, sino también si posee los recursos económicos suficientes para costear su atención de salud durante toda su vida sin recurrir a ayudas públicas o internación financiada por el gobierno.
¿A qué tipos de visas afectaría la medida?
Los nuevos lineamientos se aplicarían a solicitantes de visas temporales, visas H-1B y a extranjeros que buscan la residencia permanente por motivos laborales o familiares. De acuerdo con un funcionario del Departamento de Estado, estas instrucciones habrían sido emitidas sin el proceso de revisión habitual.
Aunque las solicitudes de visa ya incluyen exámenes médicos para identificar enfermedades contagiosas o adicciones, esta política representaría un endurecimiento adicional dentro del marco migratorio estadounidense.
Contexto global de salud
Datos de la Organización Mundial de la Salud señalan que, en 2022, el 16 % de los adultos a nivel mundial eran considerados obesos y el 14 % padecía diabetes, cifras que podrían verse impactadas por regulaciones migratorias más estrictas.