• 26 noviembre, 2024

El daño de las mamografías falsas positivas se está pasando por alto

Medline Plus- Un equipo de médicos holandeses exhorta a las mujeres a tomar en cuenta las desventajas potenciales de las evaluaciones de cáncer de mama porque los resultados falsos positivos pueden suscitar ansiedad y reducir sustancialmente la calidad de vida de una paciente.

Además, durante el tiempo que toma confirmar los resultados, las pacientes que reciben falsos positivos podrían someterse a más procedimientos de diagnóstico que las pacientes que en realidad tienen cáncer de mama, según anotaron los autores del estudio en su informe, publicado en línea recientemente en la British Journal of Surgery.

«El sentido común nos dice que la detección precoz del cáncer de mama es algo bueno. La mayoría de los programas de evaluación han logrado reducir exitosamente las muertes por cáncer de mama», aseguró en un comunicado de prensa en la revista la Dra. Lideke van der Steeg, del departamento de cirugía del Hospital St. Elisabeth de Tilburgo.

«Sin embargo, aunque algunas mujeres se benefician realmente de la detección temprana, para otras resulta perjudicial y provoca ansiedad innecesaria. Las mujeres que recibieron falsos positivos en nuestro estudio experimentaron una reducción significativa en su calidad de vida, sobre todo si eran propensas a la ansiedad y los efectos de esto duraron un año», explicó van der Steeg, que también trabaja en el Centro de Investigación y Psicología de Enfermedades Somáticas de la Universidad de Tilburgo, Países Bajos.

«De hecho, a las mujeres que tenían tendencia a la ansiedad les fue mucho peor si recibían un resultado falso positivo, que se calcula que se presenta en el 60 por ciento de las mamografías anormales, que si en realidad se les diagnosticó cáncer de mama», anotaron los autores del estudio.

Los investigadores basaron sus hallazgos en encuestas completadas por 385 mujeres holandesas que habían recibido resultados anormales de mamografías. Aunque finalmente se halló que 152 de las pacientes en realidad tenían cáncer de mama, las 233 restantes no lo tenían.

Un examen de los registros médicos de las pacientes reveló que las que obtuvieron resultados positivos eran significativamente más jóvenes que las que tenían cáncer (alrededor de 57 años frente a 60, respectivamente).

Más de las mujeres a las que se informó erróneamente que tenían cáncer tuvieron que someterse a más procedimientos de diagnóstico (como biopsias) que aquellas cuyos diagnósticos resultaron correctos. Por ejemplo, aunque apenas el 14 por ciento de esas mujeres que realmente tenían cáncer tuvieron que someterse a procedimientos de diagnóstico luego de la evaluación, fueron el 32 por ciento en el grupo de resultados falsos positivos.

De hecho, el 55 por ciento de las mujeres del grupo de falsos positivos tuvo que regresar a la clínica ambulatoria durante el año siguiente a la evaluación inicial. Algunas tuvieron que volver hasta ocho veces, anotaron los autores.

Entre las pacientes que obtuvieron resultados falsos positivos, se relacionó acudir a varias evaluaciones y visitas con altos niveles de ansiedad, que los investigadores consideraron un resultado directo de tener que someterse a tantas evaluaciones y exámenes de diagnóstico subsiguientes.

«La decisión de participar en un programa de evaluación exige una información equilibrada sobre los beneficios y los peligros potenciales», aseguró van der Steeg. «Con frecuencia, las mujeres sobreestiman el riesgo del cáncer de mama. Además, los materiales que proporcionan los profesionales de la salud y el gobierno con frecuencia se enfocan en los aspectos positivos de la evaluación y no siempre son objetivos».

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

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