El doctor Craig Spencer, contagiado con ébola, una joven vida dedicada a curar a pacientes pobres

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- Mientras este domingo 26 de octubre, seguía luchando por su vida, entrando en la segunda fase del contagio del ébola, con fuertes convulsiones gastrointestinales, el doctor Craig Spencer, un prestante médico de la Universidad de Columbia y el hospital Presbiteriano en el Alto Manhattan, donde reside en la calle 147, es recordado por colegas, familia y allegados, como un galeno joven, con una vida profesional dedicada a curar enfermos pobres alrededor del mundo.

Spencer, quien está en la unidad de aislamiento del hospital Bellevue en el Manhattan, desde que los paramédicos lo encontraron en su apartamento con la fiebre en 103 grados Farenheit, es miembro del respetable grupo «Médicos sin Fronteras», una organización de la que forma parte hace años, participando en numerosas misiones en países pobres de Africa, América Latina y Asia.

Una de sus características, es la de hacer reír a los pacientes, aunque estén moribundos. Pero el doctor Spencer, no es un médico cualquiera. Domina 30 lenguas, por lo que ha podido comunicarse con enfermos de numerosos países del mundo sin necesidad de intérpretes o traductores.

Sabrino Monro, uno de sus mejores amigos, dedicó merecidos elogios en su cuenta facebook para el galeno y para confortar a la hermana del médico, Andrea Salvation Spencer de 31 años de edad.

Ella también escribió en su facebook, que sabe lo que su hermano hizo por amor a los demás. «Y eso es lo que está rompiendo mi corazón. Lo quiero de vuelta. Soy egoísta», añadió en su mensaje.

El alcalde Bill de Blasio, lo describió como «un héroe de buena fe». Añadió que «el es un médico, como todos ustedes saben, que valientemente se ofreció como voluntario para ir a trabajar a Guinea, que es la principal fuente de los casos de ébola».

El alcalde dijo que el doctor Spencer, estaba trabajando para ayudar a poner fin a la epidemia en su origen «y es realmente, un hombre valiente».

Los amigos y vecinos del doctor Spencer en la calle 147 y en el Este de Harlem, lo describen como un médico bien dotado. El galeno, creció como el hijo del medio en una familia de tres, originaria de Detroit y ahora está luchando por su vida.

El diagnóstico al doctor Spencer, le fue hecho seis días después que regresara desde Guinea por el aeropuerto Kennedy, pero sin visibles síntomas del virus.

Su madre, Pat Casey Spencer, sufre de insuficiencia renal, con 56 años de edad y entró en crisis al conocer la noticia.

«Mi hermano es mi héroe, mi mejor amigo, mi otra mitad. ¿Puedo por favor parar de esta angustia?, primero fue el diagnóstico a mi madre y ahora, el de mi hermano. ¿Se los ruego, STOP, STOP, STOP, por favor», añade la hermana del médico en facebook.

La prometida del galeno aislado, Morgan Dixon, quien dio negativo en examen de ébola, es activista en la organización benéfica «The Hope» (La Esperanza) con sede en Brooklyn y que ayuda a cientos de pobres, con programas en Guatemala y Africa.

La pareja, tenía fecha de boda para el 5 d septiembre del 2015 en Detroit y ambos se graduaron en la universidad de Henan en China, hace casi diez años.

LOGROS PROFESIONALES

Entre los exitosos logros profesionales del doctor Spencer, hay una amplia hoja académica y de servicios que comienza en el 2008 cuando se graduó en la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal Wayne e hizo residencia o pasantía en el New York Hospital de Queens.

Obtuvo una maestría en Salud Pública en la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia y recientemente terminó estudios becados en Medicina de Emergencia Internacional.

Es especialista en esa misma área en el hospital Presbiteriano desde el 2011.

Antes de viajar como voluntario a Guinea, había ido varias veces a Africa, incluyendo a Ruanda, donde ayudó a capacitar a otros médicos y enfermeros y enfermeras en atención de emergencia, acorde su página en Linkedin.

«El doctor Spencer, tiene que ganar esta pelea», dijo el alcalde de Blasio. «Por el bien de todos los estadounidenses y sus compañeros voluntarios, él tiene que salir airoso de este trance.»