
El emperador se mostró «profundamente preocupado» y aseguró que esta crisis «era imprevisible» y «no tiene precedentes a esta escala».
«Espero sinceramente que la gente supere estos tiempos horribles ayudándose mutuamente», dijo el emperador, de 77 años, en su primer discurso después de la catástrofe natural, consignó la agencia DPA.
En un mensaje de video, citado por la agencia de noticias Kyodo, Akihito expresó sus condolencias a las víctimas del terremoto y el tsunami y dijo que está rezando por la seguridad de la gente.
El mensaje del emperador fue difundido por las principales cadenas de televisión japonesas, que interrumpieron para ello su programación.
Estas fueron las primeras declaraciones del emperador desde el terremoto y el posterior tsunami, ya que es muy poco frecuente que el monarca, de 77 años, se pronuncie públicamente.
